Zaldiko en Pamplona

Buen menú de sidrería, todo muy rico y un servicio genial. Mesas amplias con manteles y servilletas de algodón y muy buen ambiente.

Un trato muy bueno y la comida espectacular

El Asador Zaldiko, ubicado en el corazón del casco antiguo de Pamplona, es uno de esos establecimientos que encarnan la esencia de la gastronomía navarra. Con un ambiente acogedor y tradicional, este asador se ha ganado una sólida reputación por su enfoque en los sabores auténticos y la calidad de sus ingredientes, destacando especialmente por sus carnes a la brasa. La decoración del lugar es rústica, con madera y detalles que evocan la tradición de los antiguos mesones navarros, creando una atmósfera cálida y familiar. A menudo, el olor de la leña y la carne asada impregna el aire, lo que anticipa una experiencia culinaria memorable. La parrilla, visible desde algunas mesas, es el corazón del restaurante, y permite a los comensales ver el proceso artesanal con el que se preparan los platos. El menú del Zaldiko ofrece una selección de platos típicos de la región, con énfasis en las carnes: chuletón de buey, cordero lechal y solomillo, todos cocinados al punto exacto para resaltar su sabor natural. Acompañamientos sencillos, como pimientos asados o ensaladas frescas, complementan perfectamente la robustez de las carnes. También destacan sus entrantes tradicionales, como espárragos de Navarra o chistorra a la brasa, y los postres caseros, que ponen el broche final a una comida bien equilibrada. El servicio en Zaldiko es cercano y atento, con camareros que conocen bien el producto y están dispuestos a recomendar los mejores cortes o vinos locales para acompañar la comida. En cuanto a la carta de vinos, se presta especial atención a los caldos de la región, ofreciendo una selección que marida de manera excelente con las especialidades de la casa. En definitiva, el Asador Zaldiko es un lugar ideal para disfrutar de una comida auténtica en Pamplona, especialmente si se busca una experiencia en torno a la carne y a la cocina tradicional navarra. Su ambiente acogedor, la calidad de los productos y el saber hacer a la parrilla lo convierten en una parada obligada para los amantes de la buena gastronomía.

El chuletón fue probablemente la mejor carne que he probado en mi vida y también lo fue la sidra local.

Menú de sidreria magnificado y justificado únicamente por su centrica ubicación. A nada que en comida o cena de grupo se pida algo de vino por separado y sin contar copas tras los postres, en nuestro caso, precios elevados y sin mérito alguno. Carne buena pero escasa. Viendo lo visto, mejor no haber experimentado con la carta.

Comida casera, y un buen precio. Las albóndigas están😍❤️

Excelente comida, servicio. Comida navarra 100% recomendable total

Sitio de 10 para comer, menú sidreria espectacular, la carne exquisita

Como bar no hay problemas. Nunca he estado en la sideria porque es imposible conseguir una mesa, tal vez algún día.