Zafra Restaurant en Barcelona

El lugar está dirigido por gente estupenda. El servicio fue increíble y fueron muy serviciales. La comida estaba increíble; pedimos pasta y pizza, y ambas estaban buenísimas. ¡Además, probamos una de las mejores sangrías! Sin duda, deberían probar la roja y la blanca. Solo pudimos probar el tiramisú, fresco y sabroso, un 10/10. Nos hubiera gustado pedir también la tarta de queso, pero estábamos demasiado llenos. ¡La relación calidad-precio es excelente, sin duda volveremos!

Muy buena la comida. Pedimos una provoleta excelente. Muy buena la atención.

Nos topamos con Zafra por casualidad y la experiencia nos cautivó por completo. Cada plato que pedimos fue extraordinario: desde los entrantes hasta los postres, cada bocado era como una carta de amor a la cocina italiana. Se puede apreciar el cuidado y la autenticidad en todo lo que sirven. Pero lo que realmente hizo la experiencia inolvidable fue la hospitalidad. Los anfitriones fueron increíblemente cálidos y acogedores, tratándonos más como familia que como clientes. En particular, la chica que trabaja allí se esmeró en todo. Su único objetivo parecía ser hacernos sentir como en casa, cómodos y completamente inmersos en el encantador ambiente que habían creado. Cuando no quedaron mesas libres en el exterior, no lo dudó: preparó una mesa en un pequeño espacio cerca de la entrada que, de alguna manera, parecía incluso mejor que un lugar normal. Hizo que nos sintiéramos especiales, como si estuviéramos destinados a estar allí. Fue un gesto muy amable y considerado, que reflejó a la perfección el espíritu del lugar. Zafra no es solo un restaurante: es una experiencia de calidez, generosidad y comida increíble. Nos fuimos con el corazón y la barriga llenos. Lo recomiendo muchísimo.

El servicio fue excelente. Nuestra camarera fue rápida, amable y siempre dispuesta a contarnos todo lo que queríamos saber.

A 10 minutos a pie de la Casa Batlló y a 20 minutos de la Sagrada Familia, llegamos por casualidad a este lugar. La idea era comer en un restaurante típico catalán, pero Darío, el dueño, originario de Milán, nos invitó a pasar por su local o a recomendarnos un sitio de tapas. Decidimos parar y comimos una caprese con mozzarella y tomates cherry frescos, una parmesana, aunque el tiempo no acompañaba... producto fresco y sabroso, una botella de agua y café... un total de 26 euros... Darío es una persona amable y muy simpática.

Excelente atención y pizzas. Todo casero. ¡No se pierdan las aceitunas y el tiramisú!!!

Excelente comida, Excelente servicio lo recomiendo

Personal y ambiente muy agradables, la comida está bien, nada especial.

Lugar comodo con buena musica, ambiente calmado y platos muy sabrosos. Bebida 100% GENIAL y lo + importante....personal super amables. Volveremos

Muy buena comida la verdad. Es cierto que por ahí hay gente que grita demasiado y se hace un poco incómodo . Pero tampoco es algo que perjudicó la experiencia. Es un sitio recomendable para comer pizza a la romana.