05/05/2025: Paella. Los mejillones no tenían buen sabor. El arroz estaba muy bueno. Se lo comunicamos al servidor, quien lo ignoró. Decepcionado.
05/05/2025: Una celebración inolvidable en La Bellvitja – El sabor de los 60 años de Franc
Barcelona nos regaló una jornada mágica y llena de sabor en La Bellvitja, un restaurante con alma, historia y una cocina que emociona. Allí celebramos el 60 cumpleaños de nuestro querido amigo Franc, y no podríamos haber elegido un lugar mejor. El ambiente acogedor y la atención impecable del personal nos hicieron sentir como en casa desde el primer momento. Pero lo que realmente marcó el mediodía fue el increíble Menú Cumpleañero, diseñado con cariño y con una calidad gastronómica que merece todos los elogios.
Comenzamos con una selección de tapas para compartir, pensadas para disfrutar entre amigos:
• Croquetas de pollo de la casa: crujientes por fuera y cremosas por dentro, con ese toque casero que nos trasladó directamente a los sabores de la infancia. Un clásico bien ejecutado, lleno de sabor y textura.
• Albóndigas de la casa: tiernas, jugosas, y bañadas en una salsa que pedía pan con urgencia. Una receta tradicional que el equipo de cocina eleva con maestría.
• Rabas de pollo: jugosas tiras rebozadas con un punto perfecto de fritura. Una sorpresa deliciosa que hizo las delicias de todos en la mesa.
• Pan con tomate: como mandan los cánones catalanes. Pan rústico, tomate fresco, aceite de oliva de calidad… Sencillez que emociona.
• Y la joya de la corona: el Jamón de Buey. No hay palabras suficientes para describir esta delicia. De sabor profundo, textura sedosa y un corte impecable, fue sin duda el plato más comentado del día. Cada loncha era una experiencia intensa, elegante y adictiva. Un verdadero manjar digno de una ocasión tan especial.
Como plato principal, cada comensal eligió a su gusto entre propuestas que combinaban mar y tierra con gran acierto. En nuestra mesa se probaron varias:
• El arroz negro: intenso, sabroso, con un fondo marino exquisito y una textura perfecta. Un plato lleno de carácter y tradición.
• La paella de mariscos: cargada de ingredientes frescos, con ese punto de socarrat que solo los verdaderos maestros del arroz saben conseguir. Un homenaje al Mediterráneo.
• La paella de pollo y la de verduras: opciones que no se quedaron atrás, equilibradas, llenas de sabor y elaboradas con generosidad y mimo.
• La cazuela de dorada: una preparación fina, elegante, donde el pescado brillaba con frescura y una cocción exacta.
• Y el entrecot con patatas fritas: para los carnívoros más exigentes, un corte jugoso y tierno acompañado de unas patatas caseras de diez. Un plato robusto y sabroso.
Para beber, cada uno eligió entre refrescos, caña, vino, sangría de vino o de cava, y todos coincidimos en la calidad de las bebidas. A eso se sumó el pan de mesa, el agua fresca y un café final que cerró el almuerzo con el aroma perfecto.
Y, como no podía faltar, un brindis por Franc, con el alma llena de buenos deseos, risas y gratitud. Fue una comida donde el sabor y la amistad se dieron la mano para celebrar la vida.
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Conclusión:
La Bellvitja no solo nos ofreció una comida excepcional, sino que convirtió un cumpleaños en una experiencia inolvidable. Si buscáis un lugar en Barcelona donde la cocina se mezcle con la emoción, este restaurante es la elección perfecta. ¡Gracias por un mediodía maravilloso!