Vinoteca Moratín en Madrid

Una experiencia sumamente placentera; si pudiera, les daría más estrellas. Los camareros fueron realmente amables, acogedores, conocedores y muy simpáticos. Los platos eran delicados pero sabrosos, equilibrados, cocinados a la perfección y con una presentación impecable. Compartimos tres platos y tuvieron la gentileza de traernos cada uno ya dividido para dos: un detalle muy generoso, sin duda. Los vinos eran interesantes y refinados, con una amplia selección, incluso por copas. Estaban muy bien maridados y nos sorprendieron gratamente. Lo recomendaría incluso solo por los vinos. ¡Hasta mi novio quedó encantado! Nos encanta comer bien en los lugares más diversos, más o menos refinados, pero debo decir que Vinoteca Moratin es uno de los mejores. Además, nos dimos cuenta de que eran muy meticulosos al preparar la mesa para cada plato, retirándola y volviéndola a preparar en el momento justo. Apreciamos todo, pero una mención especial para el personal. Acabamos de terminar la experiencia y, hasta el momento, no tenemos ninguna queja. ¡Muy recomendable!

Moratín es uno de mis restaurantes favoritos en el centro de Madrid. Ambiente muy agradable, acogedor y productos de alta calidad. Gracias a Marcos y todo el personal por la profesionalidad y cercanía.

Un restaurante pequeño, muy limpio y bien cuidado, con un personal excelente y un dueño/chef amable, experto y servicial. La carta es corta, con platos sencillos pero sabrosos, y la carta de vinos es increíble. Merece plenamente su reconocimiento como Bib Gourmand en la Guía Roja. Durante nuestra corta estancia en Madrid, tuvimos el placer de cenar allí dos veces (comida y cena). ¡Muy recomendable!

¡Felicitaciones al propietario! Es un restaurante excepcional. La comida es exquisita, sabrosa y el servicio es sublime. El personal es profesional y la comunicación con los clientes es de primer nivel. Todos los camareros tienen amplios conocimientos sobre la amplia variedad de vinos que ofrecen, así como sobre los platos. Antes de pedir el vino, puede realizar una cata gratuita de los vinos recomendados. Los camareros explican detalladamente el origen del vino, los aromas y el tipo de uva. La relación calidad-precio es excepcional, y la experiencia en este lugar es idéntica a una cena familiar. Es un lugar donde la calidez y amabilidad del personal te hacen sentir de maravilla, y una simple cena se convierte en un evento único.

Excelentes vinos, comida y servicio.

Todo perfecto. La comida deliciosa y siempre siguiendo las recomendaciones de Marcos, el chef, en un ambiente acogedor. Seguiremos repitiendo

Primeramente creo que es de las experiencias más bonitas en cuanto a concepto, comida y servicio en Madrid. Mi amigo Vanya hizo una reserva con 2 semanas de antelación y valió la pena. Quiero expresar que su menú está muy diseñado en base a la calidad de sus ingredientes, en una comida poco pretenciosa pero lo suficientemente buena para poder querer volver. Ordenamos la sopa de tomate que estaba increíblemente buena, ordenamos pescado que estaba maravilloso, unas papas de entrada con paprika que no podía parar de comerlas. La torta de queso indescriptible. Marcos su dueño muy atento, cada plato que explicaba daban ganas de probarlo. El diseño del restaurante y la iluminación está muy bien cuidada. Definitivamente de los sitios que volvería en madrid.

Un lugar especial para comer , por el local por la comida , por la amabilidad del servicio , por sus vinos Todo delicioso los puerros el chicharro con pimientos y que decir de las verdinas con salmonete Un vino delicioso trenzado de tenerife todo un descubrimiento

Todo buenísimo, el trato inmejorable, buenos vinos… imprescindibles los puerros. Tomamos fuera de carta unas verdinas con salmonete que eran un espectáculo!!

Excelente experiencia. Algunos de los servidores y el Chef hablan inglés, lo que facilita disfrutar de la cocina local. Mi marido y yo tuvimos una deliciosa comida. Recomendaron un delicioso vino blanco por solo 35€ y mi marido tomó dos copas de delicioso tinto por solo cinco euros cada una. El precio del buen vino era notablemente barato. El chef sale personalmente y explica todos los platos del menú, así como las especialidades diarias. Convirtiéndolo en una experiencia muy personal. Disfrutamos del confit de puerro, pulpo, salmonete rojo, (que era el pescado especial de los días, excelente sabor y perfectamente preparado) , y el steak tartar. Fueron muy amables en recomendarnos hacer algunas medias porciones, porque dijeron que pedimos demasiada comida! Pero disfrutamos cada bocado. Recomendamos encarecidamente este restaurante.