Vernetta Restaurante en Valencia

Amplio local con reservados. Agradable y cómodo. Bien atendido y profesional. Ensaladas abundantes y ricas. Variedad de arroces y fideuas. Tomamos el arroz de pollo, setas y alcachofas meloso, muy rico con un buen fondo. Poca variedad de vinos por copas. Las huevas de sepia buenas aunque un poco grandes. Me imagino que el mercado diario determinará el tamaño. Salimos a 38€ persona. Volveremos. Lo recomiendo.

Todo fenomenal Pablo junto a su equipo hacen el mejor ambiente y la comida es una verdadera pasada muy muy muy recomendable

La atención recibida es de diez. La comida buenísima, entrantes muy ricos y el arroz espectacular. Un clásico, ir y acertaraeis.

Estuve la semana pasada comiendo con mi familia, y el trato inmejorable. Comida excelente y precios no muy elevados. Repetiremos 100%.

Repetí con mi mujer y mi hija, las tapas muy buenas y la paella valenciana de 10. Local muy bonito, trato agradable. Seguro q repetiremos

Ambiente muy acogedor, empleados muy amables y atentos en todo momento. La comido de calidad. Pero por poner alguna pega menos mal que nos hemos cogido varios entrantes antes porque la paella era súper corta, pero muy buena, todo hay que decirlo. Aconsejo coger unas raciones de más, para no quedarte con hambre. Pero aún así se puede repetir.

Fui con mi pareja a cenar y no pudimos quedar más contentos. La comida espectacular, el servicio magnifico y el dueño súper cercano y amable. Sin duda repetiremos

Buen servicio, comida y cantidad lo recomiendo encarecidamente.

Local cuenta con ambiente muy atractivo donde están especializados en arroces sobre todo. Entrantes algo decepcionantes excepto al ensaladilla y el arroz muy bueno pero sinceramente muy escaso...todos nos quedamos con ganas de un poco más. Servicio bastante rápido aunque le local estaba semivacío y el "peeeeero" es el precio, el cual nos pareció excesivo a pesar del vino que nos apretamos Hay que dejarse hueco para el postre, sobre todo para la deliciosa tarta de queso semi líquida

Nuestra segunda visita a este restaurante especializado en arroces ha supuesto bajar un par de escalones de golpe, me explico. Reservamos con tres días de antelación y se nos recuerda que para determinados arroces hay que pedirlos con antelación, pero no lo creímos conveniente porque las variedades que no lo requerían cubrían adecuadamente nuestras preferencias. Llegamos el domingo a la hora pactada y cuando vienen a tomarnos la comanda nos dicen que solo podemos optar por un tipo de arroz por mesa, cosa que no estaba advertido en la web ni por teléfono se nos dijo al reservar. Esta condición sorpresiva nos trastoca y condiciona toda la comida. Éramos cinco y entendemos que una paella de tres y otra de dos es algo habitual en una arrocería. Pues no, la explicación que condicionaba la cocina. Poco más Pasando a la comida, raciones de tapas escasas, las bravas buenas y el pulpo en parmentier algo duro, y de nuevo escaso. Tres buñuelos de bacalao correctos y dos olvidadas croquetas de jamón, que hubo que reclamar porque las llevaron a otra mesa y, además, nada del otro mundo. Llega el arroz, optamos cuatro comensales por el meloso con setas, secreto y trufa, bastante falto de sabor, especialmente se echa en falta el de trufa que siempre marca por su potencia. Finalmente se lo decimos al camarero y dice que lleva la trufa en el guiso pero que nos sacaba una trufa para rasparla por encima. Evidentemente el plato lo necesitaba, pero la sorpresa es aun mayos cuando otro camarero nos dice que es fácil que lo retirasen de cocina sin haber rallado la trufa antes de sacarla a mesa, con lo que dice poco de la calidad del servicio. Terminamos con un postre, cookies con chocolate, bastante simplón. Para culminar, al salir nos percatamos que nos sentaron en sillas de la terraza, la única mesa del salón. En fin, pocas ganas de volver, tirando a ninguna.