Vermúdez en Valencia

Siempre nos hacen un hueco, comida riquísima, buen servicio a pecio asequible en el centro.

Estuve en Vermúdez, en pleno centro de Valencia, y la experiencia fue sobresaliente. El local es precioso, con un ambiente muy cuidado que acompaña perfectamente a la calidad de su cocina. Cada plato tiene un toque especial, se nota el mimo en la elaboración y la materia prima. Además, cuentan con brasa, lo que aporta un sabor increíble a varias de sus propuestas. La tarta de queso es simplemente espectacular, uno de esos postres que hacen que la visita merezca aún más la pena. El precio, unos 30 € por persona, me pareció excelente para la calidad que ofrecen. La atención de Josu fue impecable: amable, atenta en todo momento y haciendo que la visita fuera aún mejor. Totalmente recomendable. Volveré sin duda.

La comida buenísima, el servicio muy bueno también, los únicos peros son el jaleo que hay y que algunas mesas son pequeñas como para tener varios platos a la vez.

Local de moda, bien atendido y nada que reprochar a la comida. Algo caro para lo que ofrecen, por eso no me voy a la cuarta estrella.

Vermúdez se ha convertido en uno de mis imprescindibles en Valencia. Su menú entre semana (martes a jueves) es una maravilla: por solo 17,90€ incluye aperitivo, ensalada completa, postre y su famoso arroz meloso de bogavante con chorizo Joselito, un plato espectacular. Lo mejor es que cada semana cambian los otros arroces, como el de carrillera con calabaza, lo que hace que siempre quieras volver. Las croquetas de jamón son de las mejores que he probado y el servicio es cercano, profesional y muy atento. Ideal para comer bien en Valencia con producto de calidad, sin gastar mucho. ¡100% recomendable!

Una atencion muy muy buena. La Comida muy rica y sale muy rapido Pero lo mas.destacable por lejos es la buena.atencion y lo.dispuestos.de la.gente.que.trabaja alli Dan.ganas de volver El lugar muy lindo por.cierto y una muy buena ubicacion

Hemos venido a cenar mi familia y yo y el trato ha sido excelente, los camareros muy agradables y la comida ha salido súper rápido a pesar de que estaba lleno. La comida espectacular!!!! Sin duda volveremos.

Hemos cenado muy bien, aunque nos pareció un poco agobiante la rapidez con la que te sirven y la cantidad de gente que hay en el local

Fuimos a cenar, y todo lo que comimos nos encantó. Pedimos ensalada, bravas, lagarto y ensaladilla rusa. Muy buena calidad-precio. Como pega, comentar que el tamaño de los platos era un poco pequeño y las bebidas muy caras

Segunda vez en poco tiempo que repetimos en Vermúdez ya que teníamos pendiente ir probando los diferentes platos. Ya había ido unas cuantas veces cuando estaba en el otro local y, sinceramente, ha ganado muchísimo con la nueva ubicación, mucho más grande, más personal y por tanto, mayor facilidad de encontrar reserva. Sigue manteniendo la esencia de algunos de sus tapas estrella sumando nuevas incorporaciones y, por supuesto, su vermut de la casa que no falte. De principales hay diferentes opciones de carnes y pulpo a la brasa. Mítica su tarta de queso semilíquida, un sabor que no he probado en otras tartas similares. Destaca su servicio de camareros súper rapidos en servir y atentos constantemente si te terminas las bebidas en ofrecerte más o interesarse en si te ha gustado todo, un diez al equipo. Es cierto que si vas en grupo y pretendes alargar sobremesa quizás no es tu mejor opción, ya que las mesas están limitadas en tiempo y cuando está lleno hay mucho ruido. Tiene una zona a parte para tomar copas. Volveremos!