Vermúdez en Valencia

Hemos cenado muy bien, aunque nos pareció un poco agobiante la rapidez con la que te sirven y la cantidad de gente que hay en el local

Muy bueno. El servicio impecable y la comida super buena. Nos costó alrededor de 20€ la cena y cena muy bien y hasta llenarme. Volveré

En mi top 5 de valencia. Los must : torreznos de pulpo, croquetas jamón y tarta de queso

Un 10 de Restaurante. Muy recomendable. Camareros muy profesionales. Comida 10 entorno otro 10.

No me gustó nada la comida, producto congelado y cocinado con aceites de baja calidad,los camareros van a tope y no te da tiempo a ver la carta,te meten prisa y te traen todos los platos a la vez. Cuando empezaron le ponían más mimo,cariño y atención al servicio y la calidad de la comida, espero que vuelvan a sus orígenes.

Un restaurante muy agradable con comida deliciosa. El servicio fue muy atento. Pedimos jamón ibérico, patas bravas, pulpo, tataki y croquetas, además de postre. Todo estaba increíblemente sabroso y fresco, e incluso la comida frita no estaba aceitosa. Nos impresionó mucho el ambiente y la relación calidad-precio. Lo único a tener en cuenta es que se pagan 3,50 € por ración de pan; es lo único que me hubiera gustado que rebajaran, pero la verdad es que es un detalle menor.

Ha sido una experiencia muy agradable en ese lugar. Toda la comida estaba rica, con mucha variedad de sabores y de muy buena calidad. El servicio y el ambiente también son buenos. ¡Lo pasamos genial!

La comida muy buena, en un punto muy céntrico para luego ir a tomar algo o irse de fiesta por Valencia

Fuimos a cenar, y todo lo que comimos nos encantó. Pedimos ensalada, bravas, lagarto y ensaladilla rusa. Muy buena calidad-precio. Como pega, comentar que el tamaño de los platos era un poco pequeño y las bebidas muy caras

Segunda vez en poco tiempo que repetimos en Vermúdez ya que teníamos pendiente ir probando los diferentes platos. Ya había ido unas cuantas veces cuando estaba en el otro local y, sinceramente, ha ganado muchísimo con la nueva ubicación, mucho más grande, más personal y por tanto, mayor facilidad de encontrar reserva. Sigue manteniendo la esencia de algunos de sus tapas estrella sumando nuevas incorporaciones y, por supuesto, su vermut de la casa que no falte. De principales hay diferentes opciones de carnes y pulpo a la brasa. Mítica su tarta de queso semilíquida, un sabor que no he probado en otras tartas similares. Destaca su servicio de camareros súper rapidos en servir y atentos constantemente si te terminas las bebidas en ofrecerte más o interesarse en si te ha gustado todo, un diez al equipo. Es cierto que si vas en grupo y pretendes alargar sobremesa quizás no es tu mejor opción, ya que las mesas están limitadas en tiempo y cuando está lleno hay mucho ruido. Tiene una zona a parte para tomar copas. Volveremos!