Venta de Juan Pinto en Izaba

Buena comida de montaña Migas con txistorra Huevos con jamón Postres muy ricos Nela barra de fuera buena atención y la camarera del comedor muy simpática

La Venta de Juan Pito: Un Tesoro Gastronómico en el Pirineo Navarro Ubicada en el corazón del Valle de Roncal, en un antiguo refugio de montaña que data de 1820, se encuentra la Venta de Juan Pito, un restaurante que se ha ganado a pulso su fama por ofrecer una auténtica experiencia culinaria de montaña. Este establecimiento, que ha sabido mantener la esencia de la cocina tradicional Navarra, es un destino obligado para los amantes de la buena comida y la naturaleza. Un festín para los sentidos La Venta de Juan Pito es un lugar donde los sabores de siempre se unen con la calidez de un ambiente familiar. Su menú, que destaca por sus platos de montaña elaborados con ingredientes frescos y de primera calidad, es un homenaje a la gastronomía local. Las migas de pastor, las alubias rojas y las carnes a la brasa son solo algunos de los manjares que deleitarán tu paladar. Más que un restaurante, una experiencia Visitar la Venta de Juan Pito es mucho más que ir a comer. Es sumergirse en la historia y la cultura del Valle de Roncal. El restaurante, decorado con elementos típicos de la zona, como la madera y la piedra, te transportará a otra época. Además, su ubicación en un entorno natural privilegiado, rodeado de montañas y bosques, te permitirá disfrutar de unas vistas espectaculares mientras saboreas sus deliciosos platos. Horario de apertura La Venta de Juan Pito abre sus puertas de viernes a domingo, incluidos los festivos, de 9:30 de la mañana a 8 de la tarde. Un lugar para recordar Si buscas un lugar donde disfrutar de la auténtica cocina de montaña en un ambiente familiar y acogedor, la Venta de Juan Pito es tu destino ideal. No te arrepentirás de probar sus deliciosos platos y de vivir una experiencia gastronómica inolvidable en un entorno natural incomparable.

Lugar muy recomendable, trato de 10 y precios muy ajustados

Sota, caballo y rey, pero todo buenísimo y con unas vistas espectaculares

Fue mi primera vez y no será la última! Tuvimos un día lleno de sol y mucha alegría pero sin dejar atrás una gran comida llena de alimentos frescos buena compañía y un paladar contento. Con nuestros entrantes de ensalada ( mas franca imposible) mi hija de 5 años lo disfrutar alta el último bocado. Después unos pimientos truenos de hongos que su sabor fue inigualables y para terminar una chuleta de vaca al punto que me degusté y disfruté muchísimo ( como mantequilla). Ya estoy esperando mi regreso

Un clásico que no falla, incluso tiene su encanto la espera tranquila, sin prisa, sentado tomando algo en la terraza con unas vistas preciosas

Fantastico sitio para comer. No sé reserva. Dan números y van llamando. Tienen fama sus migas y las costillicas de cordero a la brasa

Lugar estupendo para comer tanto si vas a esquiar a alguna estacion cercana o si vas de paso. Eso sí, tienes que ir a primera hora (sobre las 13 h.) o a última (15,30 h.), porque dan tantísimas comidas que la espera puede ser muy larga... Las migas y los pinchos de chistorra, en la barra, son riquísimos y puede ser otra opcion, y los precios muy baratos.

Sitio pequeño pero acogedor, mesas de madera, comida tradicional y casera, trato por parte de los empleados exquisito y súper atentos. Fuimos 5 personas y hemos probado varios platos y todos riquísimos. No se aceptan reservas, te dan de comer por orden de llegada y según se liberen las mesas, las vistas con el paisaje nevaré son brutales.

Hemos comido muy bien a buen precio, las truchas a la brasa están súper buenas