Turqueta es un viaje a Menorca, salpicado por esos azules y marrones que hacen la isla tan especial. Su refrescante decoración es el reflejo sincero de una gastronomía inspirada en la verdad del Mediterráneo.
Restaurante muy bueno y lo mejor el personal, María siempre atenta de que no falte de nada, los chicos de la barra, dispuestos. Com personal así es fácil triunfar. La cena, muy rica