Turqueta es un viaje a Menorca, salpicado por esos azules y marrones que hacen la isla tan especial. Su refrescante decoración es el reflejo sincero de una gastronomía inspirada en la verdad del Mediterráneo.
Conozco este restaurante desde su inauguración ya hace unos años. A destacar en positivo la atención, profesionalidad y simpatia de todos los camareros, así como la calidad y buena cocina de sus platos. Pero por favor, que revisen y pongan solución al olor a desagüe tan desagradable nada más entrar y también reparen y reformen los santirarios que están muy deteriorados.
Desmerecen muchísimo el conjunto del local, una pena.