TriCiclo en Madrid

Merece la pena la experiencia gastronómica. Buena relación calidad precio pero no es barato.

El servicio al principio me pareció un poco frío, como si hicieran un sesgo porque iba sola y soy mexicana, mejoró con el cambio de mesero. La comida me pareció deliciosa, las porciones correctas para un menú degustación; lo único es que considero importante aclarar que los aperitivos que te ofrecen, tienen costo. El vino por encima del precio promedio, pero se entiende. El lugar es súper lindo.

Encontrar el Restaurante TriCiclo fue un placer fortuito que se convirtió en la mejor experiencia gastronómica que hemos tenido en Madrid. El ambiente prepara el escenario para una buena cena y, aunque generalmente es necesario hacer reservaciones, la suerte estuvo de nuestro lado para variar. Cada plato fue una revelación. El bacalao crudo estuvo excelente, un verdadero testimonio de la experiencia del chef. Sin embargo, el pulpo a la parrilla se robó el espectáculo, fácilmente el mejor que he probado, perfectamente tierno y sabroso. La picanha asada siguió su ejemplo, acompañada de una salsa increíblemente sabrosa y brotes, elevando el plato a nuevas alturas. La comida culminó con un sublime postre de chocolate blanco, que completó lo que fue un viaje culinario inolvidable. El restaurante TriCiclo es una visita obligada para cualquiera que busque una experiencia gastronómica de primer nivel en Madrid. La calidad de la comida, el ambiente y el servicio fueron impecables. Fue, sin duda, la mejor cena que hemos disfrutado en la ciudad.

Un lugar delicioso, con una presentación de los alimentos impecable, me gustó bastante que existe la posibilidad de pedir el plato completo, media ración o incluso un tercio en muchas opciones por lo que es posible probar muchas cosas a la vez. Volvería sin problemas, todo me pareció súper apetecible, la carne, el pulpo , el pan ( excepto por el ravioli de ropa vieja sorry ). Muy recomendado.

Muy buen restoran, rica la comida, ingredientes frescos, y muy buena la estructuración en cantidades (ración, 1/2, 1/3). Me encantó el tartar

El lugar es sencillo y con un ambiente relajado. La comida era deliciosa. Disfrutamos cada bocado del menú degustación. El servicio fue casi demasiado rápido. A menudo comíamos el siguiente plato mientras todavía teníamos los platos sucios frente a nosotros, por lo que terminaban dejando el nuevo esperando en la barra del bar. En general, hubiéramos apreciado un lugar un poco más lento.

De nuevo el viernes 15/3 ya tengo reservado para sorprender de nuevo a mi pareja, porque con ellos cada velada es maravillosa y única 💝

Buen ambiente y buena cocina, tiene medias raciones lo que permite probar mas platos

Elegí este restaurante por dos motivos: el primero es que hacía mucho tiempo que quería ir, el segundo para que fuese el escenario idóneo para una de las mejores citas que tuve nunca. La comida es cara, no nos engañemos, pero la calidad es sublime. Espectacular el guiso de patatas a la importancia con níscalos y langostinos que nos aconsejaron fuera de carta. El canelón de rabo buenísimo, el pulpo me defraudó un poquito, pero el cochinillo estaba de cine. De postre pedimos los quesos y la tarta de manzana. Acompañamos todo con un “Arrocal”, Ribera del Duero. El sitio nos pareció muy acogedor y pedimos de aperitivo un Bloody Mary y Pisco Sour. Doy las gracias al equipo por las recomendaciones, la atención que pusieron en el detalle que tenía yo preparado y porque esa cita y cena supuso un antes y un después para mi novia y para mí. Gracias de verdad.

Me gustaba más antes este restaurante. Platos bastante escasos para el precio, el servicio no fue muy bueno y el camarero no me comento lo que había fuera de la carta, algo que a otras mesas si y la camarera bastante antipática.