Trattoria Sant Arcangelo en Madrid

La Trattoria Sant Arcangelo es un verdadero secreto en Madrid, ubicada muy cerca del Museo del Prado y del Parque El Retiro . Un rincón italiano con encanto, donde todo se siente auténtico: la comida es espectacular, el ambiente muy agradable y la atención de Bayron es inmejorable. Ideal para una cena ligera y deliciosa —recomiendo especialmente la burrata con tomate confitado, la sopa de calabaza o la minestrone.

Excelente servicio y atención. Un gran lugar para comer un buen plato italiano 🇮🇹. El postre de Tiramisú no solo excelente sino en una presentación bien italiana

¡Comida maravillosa! El risotto de limón con marisco estaba impecable.

“Un restaurante precioso y muy acogedor, con un ambiente que invita a quedarse. La atención de los camareros fue simplemente espectacular: amables, atentos y siempre con una sonrisa. Da gusto encontrar sitios donde te hacen sentir tan bien. ¡Totalmente recomendable!”

El gnocchi regular, esperaba que tuviera la forma tradicional del gnocchi pero era una tira de pasta cortada simplemente. La salsa de 4 quesos era escasa pero estaba rica. La porción me pareció abundante. No volvería.

Un excelente lugar para comer o cenar, el menu no es muy variado per delicioso cualquier platillo. El lugar muy acojedor y limpio.

Relación calidad precio buenísima y los postres brutales

Uno de los muchísimos restaurantes italianos mediocres de Madrid. De entrada me sorprendió que siendo tres, fuimos sin reserva, me dijeran que estaba todo ocupado y nos sentaron en una mesa pequeña y encajonada entre otras dos entrando a la derecha, cuando el salón principal estaba con una sola mesa ocupada. Terminando la comida fui al servicio y vi que solo dos de las muchas mesas que había estaban ocupadas..., una forma de hacer clientela. La comida muy normalita de restaurante italiano de menú. Una ensalada de aguacate, parmesano y nueces, aceptable nada mas y unos panzerotti de burrata y pesto nada extraordinarios. La verdad es que los pedi pensando que eran eran las empanadas rellenas, que también se llaman panzerotti pero no, era la pasta similar a un ravioli pero con forma redondeada. En fin un sitio para salir de un apuro si te pilla cerca, tienes hambre y no hay otra opción.

Fuimos a cenar y el ambiente es agradable y la decoración muy bonita. La comida estaba muy buena y la atención fue amable.

La comida estupenda como siempre, el servicio amable y atento aunque se demoró un poco y el ambiente muy agradable