Toga en Madrid

Muy buena experiencia comiendo en Toga. Pedimos huevos rotos, noodles con atún y corvina con puré de castañas y todo fue exquisito.

A pesar de los años abiertos no decae la calidad y el buen servicio. Platos ricos y originales, decoración minimalista y trato excelente. Agradecer a Marcos su amabilidad. Totalmente recomendable. Reservar con tiempo.

Fuimos seis y pedimos todos los platos para compartir… grave error 😅 Estaba todo tan rico que de lo único que me arrepiento es de no haber pedido cada plato solo para mí. Mención especial al plato con Portobello y a los noodles: 10 de 10. Cocina deliciosa, sorprendente y con mucho cariño. Repetiré sin duda

Toga es súper agradable, comida buenísima y servicio impecable. Muy recomendable.

De los mejores restaurantes de Madrid calidad-precio. Delicioso, buena cantidad, servicio super amable. El mejor pisco de Madrid, además. Un 10.

Fuimos para comer. Para compartir pedimos el Carpaccio de setas y el ojo de bife. Este último muy rico,la carne muy suave y la salsa que trae muy rica. El Carpaccio si más, está bien pero no destaca en nada. El plato estrella son los noodles, muy rico y el Chivito también estaba rico. Agua y botella de vino. En definitiva, está rico pero no me sorprendió.

Siempre que vamos a Madrid es una parada obligatoria. Todo está riquísimo y la atención de 10.

¡Tuvimos una velada maravillosa! Todo es recién hecho y los sabores son realmente sorprendentes.

Excelente, sobre todo para la zona donde no hay mucho para elegir con cierta calidad. Original, servicio muy bueno, algo subido de precio

Hoy he tenido la suerte de compartir una comida con una amiga muy especial, que además me ha invitado por su cumpleaños 🥰. Ha elegido un restaurante que, sin duda, repetiría con los ojos cerrados. Pedimos para compartir un carpaccio de setas Portobello con queso pecorino trufado y aceite de piñones… ¡una maravilla! Después, corvina sobre puré de castañas, perfectamente cocinada. De postre, también para compartir porque somos de buen criterio 😄: piña con mascarpone, chocolate blanco y crema de lima. Dulce sin empalagar y con ese punto cítrico que te deja con ganas de repetir. La chica que nos ha atendido ha sido encantadora. Nos ha explicado todo con detalle, incluidos los platos fuera de carta (con sus precios, que siempre se agradece). Da gusto cuando te atienden con cariño y profesionalidad. Tienen dos turnos de comida, y al salir había ya mucha gente esperando para el segundo. Ambiente de 10, acogedor, con ese bullicio de felicidad de la gente disfrutando. 100% recomendable. Para repetir y recomendar.