The Penthouse by WOW en Madrid

El Penthouse del WOW de Madrid es un lugar absolutamente excepcional: elegante, animado y lleno de energía. Las vistas desde la azotea son espectaculares, el diseño es chic sin ser demasiado esforzado, y el ambiente es perfecto tanto para tomar una copa, cenar o ambas cosas. Los cócteles son creativos, la comida deliciosa y el servicio atento. Una visita obligada si buscas una noche divertida y exclusiva en la ciudad.

Por las fotos, veo que la decoración cambia constantemente, así que les comparto cómo está el lugar ahora. Se llega en ascensor por la tienda WOW. Tendrán que esperar un rato por una mesa, ya que no se reserva ni se paga entrada como en otros restaurantes con azotea. Las bebidas están ricas, pero no se nota el alcohol. 😁 Sirven frutos secos y patatas fritas. No hay vistas, así que no esperen fotos para Instagram, a menos que estén mirando esa pared de flores. Supuestamente abren hasta las 2 a. m., pero el camarero nos dijo que cierran a las 11 p. m. todos los días.

La comida está muy bien, aunque la carta es algo limitada. El servicio es regular. El camarero que nos atendió no era amable. Además al servir el postre ha metido los dedos dentro del cuenco con helado. Se nota que el personal no es profesional. Mucha apariencia al restaurante de lujo, pero el servicio falla.

Buen ambiente de tardeo con musica house, los djs muy buenos, totalmente reocmendable

Sitio céntrico en emblemático edificio del centro de Madrid. Los camarer@s son educados y la comida es normal buena.

Azotea un poco pequeña pero lo justo para tomar una copa y disfrutar de unas vistas espectaculares a gran vía , el personal amable sin más , después de pedirle en varias ocasiones unas chuches después de esperar un buen rato me tuve que levantar yo y pedirlas en la barra , si hubiera en eso momento mucha gente en la terraza lo entendería pero no era el caso , disfrutamos las vistas y me quedo con eso , muy bien decorada .

Cogimos el menú y he de decir que estaba todo buenísimo , ante la comida ninguna pega . La pasta en su punto, el pollo y la lubina con arroz de muerte , y la tarta de queso de cabra espectacular .Fuimos a las 1'30 por no estar muy saturados y pese a estar el resto de restaurante vacío ,todos los comensales muy cerca unos de otros ,el asiento de tela bastante sucio . No me gusta lo de la propina , yo pensaba dejar y al imponerla ,pues no dejé nada .

Son muy lentos en el servicio. La terraza es magnífica

Excelente todo pero porciones de patatas era pequeña.