Terragust en Petra

Comida de Navidad de empresa. Es la primera vez en mucho tiempo que no como tan bien en un grupo tan grande. Hay que reservar siempre, aunque no se vaya en grupo. Creo que en verano se puede comer en la huerta.

Sitio muy especial para disfrutar de una cocina de 10, producto local.

Una cocina con productos km. 0. Ambiente acogedor y actual, con mesas amplias. Personal acorde con el lugar. Productos y vinos de la tierra. Comida magnífica. Y podemos aprovechar par a surtirnos en su tienda de diversos y variados productos alimenticios y bebidas, todos ellos de proximidad.

Realmente recomendado. En la entrada hay una tienda bien surtida donde se pueden comprar verduras frescas y muchas otras especialidades de alta calidad. Si continúas por el invernadero llegarás a un restaurante realmente agradable. Personal amable, platos de primera a precios justos.

Menú muy sabroso, pequeño y fino, te sientas con vistas al invernadero.

El consejo de nuestra hija: comer bajo los olivos con productos típicos mallorquines. Esperábamos una buena cocina campestre, pero lo que encontramos fueron platos exquisitos y finos y vinos muy sabrosos. Como el tiempo empeoró con poca antelación, comimos en el invernadero. Ambiente muy acogedor y muy buen servicio. Todo estuvo bien organizado, ¡definitivamente lo repetiremos!

Un lugar muy especial donde te hacen sentir muy especial, tanto por el entorno, como por la ambientación del local y sobre todo por los platos de la carta que los dos chicos de la sala se conocen al dedillo (punto a favor!). Comida muy auténtica, producto de la zona y un joven equipo en cocina que marida perfectamente con el servicio de sala . Estábamos de paso, lo encontramos por casualidad y salimos MUY satisfechos (equilibrio perfecto en cantidad, calidad y precio): Muy recomendable!

El servicio y el ambiente del restaurante son excelentes, pero la comida está bien. El precio es bastante normal si se tiene en cuenta que todo está elaborado con productos locales frescos. Pero aún así es un buen lugar para almorzar.

Un lugar encantador para almorzar si quieres comida fresca y un gran servicio. Comí carpaccio de higos de la finca.

Buen montaje. Íntimo y, sin embargo, con una sensación de privacidad (no espere una cena privada), se sienta entre otras personas. El camino hacia él es bastante vago, así que lea atentamente el correo electrónico con antelación. El vino, el pan y el aceite de oliva son de primera categoría. Además, la comida fue muy decepcionante. No comimos ni un solo plato. No se explica lo que te sirven. Conseguimos una especie de pescado, con una ensalada de frijoles empapada e insípida. Luego tofu ahumado con verduras cocidas. De postre comimos mousse de yogur (estaba bien, pero no era una obra maestra culinaria). Por este precio la comida realmente no es lo suficientemente buena. Muy desafortunado, ya que se suponía que sería lo más destacado de nuestras vacaciones y las expectativas eran altas.