Taberna La Carmencita en Madrid

El sitio es ideal. Una decoración e iluminación cuidada, con mucho encanto. El ambiente era bueno, aunque algo ruidoso. El servicio muy atento. Pedimos, para dos personas, dos platos (ensaladilla y entremeses calientes), 3 cañas y un vermú. El total de la cuenta fueron casi 70 euros. La comida estaba buena pero las cantidades de los platos eran bastante escasas para el precio tan elevado. Creo que por esos precios deberían servir más cantidad o mejorar el sabor, presentación y elaboración. También creo que deberían preguntar si quieres o no servicio de pan (más el pequeño aperitivo que le acompaña), ya que son casi 3euros por persona. No repetiría.

Pues me encantó! El sitio precioso y la comida buenísima. Fuimos 4 amigos granadinos para tomar algo ligero después del teatro y fue un éxito. Una ensalada madrileña, verduritas de la semana y escalopines de pollo macerados en algo buenísimo. Lo recomiendo total. También destacar la buena atención recibida por la camarera de la que desgraciadamente no sé el nombre. No saconsejó, fue amabilísima… en fin, genial. Sólo sé que era argentina, así es que muchas gracias por tu buen hacer!

Lugar con comida deliciosa y personal amable. Mejor si realizas reserva ya que es bastante concurrido.

El sitio está bien y en muy buena zona. Los platos que pedimos nos gustaron, aunque la cantidad es bastante escasa. Me pareció bastante caro para lo que pedimos. Creo que no repetiría

Local top, monísimo, castizo. El vermú 10/10, los camareros majísimos. Comida buenísima. En mi lista de favoritos ya pa siempre

Primer día en Madrid, alojamiento en Malasaña, y cansados ​​del calor y el viaje, buscamos por casualidad un sitio para comer cerca. ¡Pues la suerte nos acompañó! ;) De primero pedimos tomate con aceite de oliva y cebolla, sencillo pero delicioso. Nos sirvieron un pan maravilloso con paté de ternera, y de segundo, pasta Carmencita y solomillo de ternera. ¡Sabores únicos! La chica fue muy amable, ¡me encantaría volver!

El ambiente es absolutamente encantador: elegancia clásica con un aire relajado y acogedor que te hace sentir como en casa. Tiene toques nostálgicos que me recordaron las visitas de mi infancia a familiares y abuelos, pero aun así se siente refinado. A pesar de estar en una de las zonas más concurridas de la ciudad, una vez dentro, se siente como un remanso de paz. Siempre me aseguro de venir aquí a probar callos a la madrileña, y una vez más, la calidad de los callos fue excelente: tiernos, cocinados a la perfección y llenos de auténtico sabor. Los callos son difíciles de encontrar fuera de Madrid y España, y los de verdad buenos son aún más raros. Este plato me trajo muchos recuerdos de mi infancia. Esta vez, los callos estaban más ácidos de lo habitual, pero aun así deliciosos. El arroz que los acompañaba podría haberse cocinado un poco más, aunque quienes prefieran un bocado más firme quizá lo prefieran así. También probamos los pimientos rellenos. Los sabores eran agradables, aunque el relleno de ternera tenía una textura un poco blanda para mi gusto; quizás otra carne le hubiera sentado mejor. Sin embargo, el paté de cortesía al principio de la comida fue un detalle maravilloso y muy sabroso. La selección de vinos blancos por copa es limitada, pero las pocas variedades disponibles fueron muy agradables. Esta fue la primera vez que tuve que reservar aquí, probablemente debido a la temporada alta. El proceso fue fácil y flexible, sin necesidad de pago por adelantado. Sin duda, vale la pena planificar con antelación para no perderse nada.

Pequeño y hermoso restaurante tradicional con una camarera encantadora, un auténtico ángel. Preciosos azulejos antiguos en la pared.

Restaurante atractivo , personal amable menú interesante . Comida agradable - sin embargo, los tamaños de porción variable. Lamentablemente el concepto se presenta como bastante formulario en su ejecución. Los precios son altos , 4 platos compartidos , un postre , una botella de vino, agua , café 165 € .

Increíble espectáculo flamenco, muy profesional y emocionante. Vale mucho la pena el 30 E (decidimos no sentarnos justo enfrente durante 49 E. ). Incluida una bebida gratis: cerveza, vino, refresco. Totalmente recomendable!