Sukaldean Aitor Santamaría en San Sebastián

Recomiendo la experiencia en Sukaldean. Me gustó mucho tanto la comida como la atención. El sushi me sorprendió: una propuesta diferente, con un toque local muy interesante, adaptado a los gustos y productos de la gastronomía vasca. El resultado fue original y sabroso. La atención fue otro punto fuerte: natural, elegante y cercana, lo que hizo que toda la experiencia resultara aún más agradable. Además, los aperitivos y los petit fours añadieron un toque divertido y cuidado que siempre se agradece. Como único detalle a mejorar, el aire acondicionado estaba un poco fuerte, lo que en algunos momentos resultaba algo incómodo. Aun así, es un sitio al que sin duda volveré.

Estuve el otro día en el convento con unos amigos, y nos tomamos un par de cócteles muy ricos, alguno se agarró un pintxo y estaba bueno. Nos atendio Aitor, un chava muy majo y agradable.

Nos alojamos en el hotel y comimos y cenamos en el restaurante. La experiencia fue increíble. La comida es espectacular, el servicio, la atención al detalle. Un agradecimiento especial al sumiller, que fue muy experimentado y atento. Tuvimos menú a la carta para el almuerzo y el menú degustación para la cena. Recomendamos ambas opciones por igual.

Estuvimos 4 parejas ayer. UN 10 sin duda. Espectacular en general. La atencion del personal, el menu degustacion, el local..TODO. ZORIONAK!!!!

Cenamos de 10. El besugo espectacular.

Restaurante estrella en el hotel. Pequeñas porciones con explosiones de sabor. Demasiado elegante a mis ojos. Tuvimos una buena comida. Llévate el menú sorpresa clásico. ¿Comes diferente a lo habitual?

Bonito interior, ambiente tranquilo, buen servicio y comida muy deliciosa.

El lugar es muy espacioso y está muy bien decorado. Nuestra comida era normal y buena. Lo que nos decepcionó fue el servicio. Nuestros platos no se cambiaron entre el aperitivo y los aperitivos. No nos dijeron qué había en nuestro plato como plato principal. Había mencionado una alergia en la reserva, el personal vino 3 veces a preguntarme una y otra vez muy rápido y en voz baja qué podía y qué no podía comer, a pesar de que estos ingredientes no formaban parte del plato que había pedido. En general, pasamos una velada encantadora, lo que hubiera estado bien para un restaurante normal con un personal cansado y muy ocupado. Sin embargo, el servicio y hasta cierto punto la comida no fueron lo que esperábamos de un restaurante Michelin. ¡La próxima vez iremos de tapas al bar de al lado!

Local, comida y servicio excelentes.

Espectacular cena. Estando alojado en el Hotel Zenit Convento San Martín he bajado a cenar y he disfrutado mucho. La sopa de pecado a la donostiarra tenía un sabor muy intenso, el rape en rojo buenísimo y para terminar la sopa de naranja y azahar. Por otro lado, el servicio excelente. Un gran descubrimiento y pienso repetir.