Suculent en Barcelona

Nos lo pasamos genial, la comida estuvo increíble, el camarero estaba muy bien informado y sentí que recibimos lo que pagamos. Una experiencia increíble.

Hemos venido a cenar el menú degustación Classic, todo buenísimo, destacando el steak tartar y el pez raya en mantequilla negra. El servicio ha sido genial gracias a Jordi, ha sido muy cercano con nosotros y nos ha tratado muy bien. Volveremos!😊

Visitamos el restaurante Succulent en Barcelona con otra pareja de amigos, estuvimos sentados en la sala del fondo. La comida estuvo bien, con platos sabrosos y bien presentados. Sin embargo, para el nivel del restaurante, hubo un detalle que nos llamó molestó: el camarero que nos atendió hablaba muy alto y tenía una presencia excesiva en la mesa, intentando constantemente ser el protagonista. Además, nos sorprendió ver cómo trataba a su compañero de forma poco respetuosa, pensando quizás que no nos dábamos cuenta. En un sitio recomendado como Bib Gourmand, este tipo de comportamiento no se espera y termina afectando la experiencia.

Excelente restaurante. Probamos el suculento menú con los vinos. Hay muchos platos, así que te quedarás con hambre después de comer. Todo está riquísimo. Excelente servicio. Caro, pero genial.

Una experiencia gastronómica simplemente inolvidable. Suculent no es solo un restaurante, es una obra maestra de sabores, texturas y pasión culinaria. Desde el primer bocado hasta el último sorbo, cada plato está ejecutado con una precisión impresionante y una creatividad que despierta todos los sentidos. El ambiente del lugar es cálido, elegante y acogedor, perfecto tanto para una cena romántica como para una velada especial entre amigos. Pero lo que realmente elevó nuestra visita fue el servicio excepcional que recibimos de Jordi, nuestro camarero. No solo fue increíblemente profesional y atento, sino que también demostró un conocimiento profundo de cada plato y maridaje, guiándonos con entusiasmo y precisión a lo largo de todo el menú. Jordi hizo que cada momento fuera especial, anticipando nuestras necesidades y explicando con detalle la historia detrás de cada creación culinaria. Su pasión por la gastronomía es contagiosa, y su amabilidad y simpatía marcaron una diferencia enorme en nuestra experiencia. Suculent es, sin duda, una joya de Barcelona y un lugar al que siempre querré volver. Y si tienen la suerte de que Jordi los atienda, prepárense para una noche verdaderamente mágica.

Everything was amazing, suuuuper rico! Y Jordi ha sido genial, una persona tan amable! Nos ha gustado un montón!

He hecho prácticas aquí antes, la comida es deliciosa y rentable, ¡el equipo perfecto!

¡Excelente comida gourmet con un toque español! Teníamos menú del chef y lo disfrutamos mucho. Es mucho más fácil conseguir una reserva para el almuerzo que para la cena. Para reservar una cena, planifique con antelación.

Ero curioso di provare questo posto da un bel po', soprattutto in virtù della sua appartenenza ai Jeunes Restaurateurs, un circuito di ristoranti che dà sempre grandi soddisfazioni e che per me rappresenta un punto di riferimento, in Italia come all'estero. Si trova al Raval, nel cuore del centro storico di Barcellona, in una delle poche aree centrali ancora relativamente risparmiate dall'overtourism che affligge altri quartieri. E non è un caso: Suculent si configura come un posto che fa sì cucina eclettica e innovativa, ma anche fortemente catalana, attaccata al tessuto urbano, al terroir, alla stagionalità. Ho optato per il menù degustazione classico, con abbinamento vini. Un susseguirsi di sapori intensi e decisi presentati di volta in volta con estro e originalità. Il pièce de résistance è stato sicuramente la tartare con midollo, che è ormai è un classico di questo ristorante da ben prima che il midollo fosse riscoperto dagli chef di mezza Europa. Davvero commovente. Servizio cordiale e molto attento, anche se ci sono rimasto un po' male per il fatto che il drink di benvenuto fosse stato servito in un bicchiere leggermente scheggiato. Io posso accettare un piatto scheggiato, magari in un tapas bar alla buona, ma col bicchiere - peraltro in un locale JRE - ci si può far male. Si è trattato tuttavia di un singolo episodio all'interno di una cena memorabile, e non inficia sulla votazione complessiva. Bravi, ci ritornerei.

Si paseas por el Raval y tienes ganas de dejarte sorprender, este pequeño restaurante es una parada obligatoria. Desde el principio, el ambiente te envuelve: una luz cálida, mesas cercanas y un servicio que te hace sentir como en casa. La carta es extensa, pero nosotros no dudamos: optamos por el menú de degustación largo. Una decisión acertada. En este viaje gastronómico hay platos que son auténticas joyas: la ostra con escabeche de zanahoria, mandarina y aceite de pipas es una explosión de frescura, mientras que el ceviche de gambita roja te transporta directamente al Mediterráneo. Otro plato sorprendente fue el 'steak tartar' tibio sobre tuétano a la brasa. Un bocado de esos que recuerdas días después. Todo esto, acompañado por un vino blanco Foresta (xarel·lo del Garraf), que marida perfectamente con cada plato. El ritmo del servicio es fluido, sin prisas pero sin pausas innecesarias. Eso sí, aquí no hay sorpresas al final: el precio del menú lo tienes claro desde el principio, y vale cada céntimo que pagas.