Submarino Restaurant en Valencia

Experiencia agridulce, por varios motivos: a pesar que no te aseguran tener una mesa pegada a la pecera (lo que entiendo), cuando nos sentaron nos dijeron que estaban sin posibilidad de ello a pasar que lo pedimos, lo que me molesta es ver qué a los 5 minutos varias mesas quedaron libres y sí que cambiaron a algún cliente que entró después que nosotros y ya una vez sentados. Que mientras estés comiendo estén montando en la parte central del restaurante un evento con el trasiego de mesas no ayuda a la experiencia. La mesa que nos dieron pequeñísima y cuando llegó el arroz y lo pusieron en la mesa yo tuve que comer con el plato en una esquina medio de lado. El servicio muy lento ente pases y a la hora de nuestra comida el restaurante no estaba ya lleno. El menú infantil es de muy baja gama. Menos mal que el niño comió de lo nuestro si no se va sin comer, hay varias opciones que se pueden encajar en el coste que tiene para hacerlo algo más agradable para un niño. Se les olvidó el postre del niño. La comida, al margen del menú infantil fue correcta, nos gustó, lo mejor. No sé si fue un mal día o que realmente como tienen la clienta asegurada del parque no cuidan estos detalles.

Aprovechando que fuimos a visitar el oceanografico decidimos probar este restaurante y nos sorprendio aún mas despues de echar un vistazo a las reseñas.Calidad del producto espectacular junto con la atención de los camareros y camareras y un ambiente inigualable.Repetiremos seguro

El restaurante es muy boníto, la cambrera muy amable y la comida exquisita

Restaurante de primera categoría. Teníamos reserva y queríamos sentarnos junto al acuario. Tres días después nos confirmaron la reserva, pero esa noche el restaurante estaba casi vacío. La comida estaba deliciosa, pero los platos se sirvieron demasiado rápido, casi sin pausa entre ellos. No hubo aperitivo ni nada parecido. Cenamos (también ofrecen menú a la carta) con maridaje de vinos. Un lugar fantástico y agradable; se entra por la puerta y los clientes pueden acceder puntualmente a las 21:00.

No merece la pena. El encanto está en que comes “dentro” del acuario viendo peces. La comida es escasa y bastante floja. Platos fríos, tiempos de espera largos, poco personal, … no es lo que esperas en un restaurante con estos precios. El menú infantil es desastroso: 30€ por 1 croqueta, 1 nugget y 1 bolita de queso. Luego una lasaña o hamburguesa d baja calidad. El de adultos es variado, pero le falta calidad. Lo que más nos ha gustado es el arroz, estaba bastante rico. Tenía grandes expectativas pero creo q sale mejor comerte una hamburguesa fuera y seguir viendo el parque.

El restaurante es básicamente un acuario lo que le aporta un toque de exclusividad difícil de superar. La carta cuenta con todo tipo de platos: arroces, carnes y pescados, así como entrantes de alta cocina que no te dejan indiferente. Bueno, y los postres son espectaculares. Muy recomendable. Los precios están a la altura del tipo de cocina y el entorno. El servicio es muy bueno.

Hacía tiempo que quería probar este restaurante. El servicio fantástico, la comida de calidad, con una buena preparación y digna de saborear. Queda un poco alejado, pero eso facilita el aparcamiento por la noche.

Estuvimos cenando esta semana. El sitio es precioso y la atencion muy buena. Nos atendió Eva y no podria haber sido mas amble, simpática y profesional. Volveremos!

Lugar encantador dentro del Oceanografic, personal muy atento. La comida deliciosa, nosotros pedimos el menu Oceanico y quedamos mas que satisfechos, el arroz con bogavante muy recomensable. El precio bastante bien (58 euros), dada la atencion ofrecida y el lugar tan maravilloso.

Fuimos a cenar a este restaurante porque quería verlo ya que me llamaba mucho la atención… y me ha gustado mucho… estar rodeado de peces es relajante a la vez que entretenido… había bastante variedad… incluso tortugas! El servicio fue correcto, nada a destacar y la comida original y rica aunque las cantidades muy justas para el precio… Nosotros comimos a la carta 2 entrantes, 2 principales y 2 postres… todo nos gustó mucho, pero lo dicho.., de cantidad justito. Probamos la burrata con cecina (muy muy rica, la verdad), las vieiras con tuétano (la cantidad era muy reducida… lo comías en dos bocados… y el tuétano no se apreciaba mucho), carrillada de black angus con boniato y risoto (muy suave y rico, se deshacía), y pluma ibérica con pistacho y puré de patata (muy rico y sabroso, pero poca cantidad)… De postre la tarta de queso (cremosa y con mucho sabor a queso) y un cremoso de cítricos(muy rico y original). La verdad es que nos ha gustado bastante la comida y la experiencia,