Sr. Matambre en Madrid

Una cocina excelente, cualquier plato es una delicia.

Lugar sumamente recomendado y que nunca defrauda. Para un meat lover como yo, este lugar de comida vegetariana es espectacular. Este sábado fui con unos amigos y quisimos probar dos o tres platos. Acabamos por pedir una ración de todos los que tenían. En particular, la ensalada de verduras con shitake me hizo vislumbrar el Valhalla...

Te atienden de una manera muy agradable y la comida muy rica. Demasiada ácido los garbanzos al curry por poner una mejora

Que tarde más buena... Unas cerves... Con unas tapas riquísimas...destacó el calabacín con pesto y las papas con mojo picón...aunque había muchas más...repetimos seguro...

La comida es excelente y de calidad y está muy buena. El precio fenomenal

El capitán Matambre llega a puerto todas las mañanas con las bodegas a rebosar de todo tipo de manjares que te ofrece con la mejor de las sonrisas y esa simpatía de los vecinos del Madrid de siempre.

Coca caramelizada con berenjena que sacaron para tapapies 2024 muy rica.

La atención es increíble y la tapa que ofrecen en Tapapiés estaba realmente deliciosa.

Calidad excepcional a un precio muy comedido. Da una alegría especial al barrio y eso es de agradecer.

Es difícil encontrar lugares que a la larga no te defrauden, sobre todo en estos tiempos en los que nuestros barrios han dejado de ser lo que eran para convertirse en lugares llenos de gente de paso. Por eso es más importante valorar lo auténtico, lo que hacen con amor aquellos que siguen intentando dar un servicio de calidad en el sitio donde siempre lo han hecho, a pesar de todas las dificultades. Y eso es Sr. Matambre, en el corazón de Lavapiés, donde Javier sigue practicando su cocina honesta, creativa, con productos de calidad que busca diariamente en el mercado para atender a su clientela fiel. Sus platos para llevar (o comer en el local) nos han solucionado muchas comidas y cenas, pero también los buscamos con frecuencia, no solo para degustarlos, sino para poder acudir a su pequeño local y encontramos con otros vecinos de este multicultural barrio que, al igual que nosotros, también buscan su cocina; y, mientras decidimos qué nos llevaremos hoy entre tanto plato exquisito, aprovechamos para tomar una cerveza y hablar con ellos del barrio y de la vida. Me da un poco de miedo escribir este tipo de reseñas, porque temo que un lugar tan entrañable y con comida tan deliciosa se llene de esa gente de paso y acabe con este rincón tan querido, pero aun así, me arriesgo y dejo aquí mi reseña sincera. Gracias, Javier.