Lamian, España en Madrid

Nuestro restaurante asiático favorito, por mucho. Favoritos: tacos de pato y berenjenas!

Muy buena comida, tuvimos un problema porque se equivocaron en cocina y nos pusieron un plato de más, pero al final no lo cobraron. El mochi de postre tenía una textura y sabor increíbles.

Excelente lugar!! Desde Chile a probar los increíbles fideos que preparan ❤️ quedé fascinada.

Llegué aquí por casualidad pero la verdad que fue una grata sorpresa. Los camareros muy amables y simpáticos. Pedimos el menú para dos personas. A mí la comida me pareció toda muy rica, tanto que me pedí la tarta de queso y te Machi. Es de esas ocasiones en las que vas a un restaurante al azar y sales encantado. Espero repetir

No es de extrañar que Michlein recomiende Lamian desde 2018.

Riquísimo, apuntado para volver. Probamos ceviche, noodels, verduras, gambas con clara de huevo... Todo estupendo

Primera visita recomendada por una amiga que vive en el barrio y una agradabilísima sorpresa. Sabores y texturas diferentes, un acierto la combinación de ingredientes Volvemos fijo

Comida interesante. Camereros con prisa. El agua nunca llegó. El Lamian buenisimo.

Atención, comida y ambiente, excelente a pocos metros de la Gran Vía

No fue un buen comienzo. Habíamos reservado para 7. 45 cuando el lugar abrió. Llegamos a las 7. 43 y ninguna señal de vida. Cierra, apaga las luces. Caminamos por la esquina y después de un par de minutos llegó un hombre en bicicleta y al vernos esperando nos preguntó si estábamos allí para el restaurante. Cuando dijimos que sí, nos pidió que esperáramos y se abrió. Hasta ahora no impresionado. Estábamos sentados adentro y nuestra orden fue tomada. Fue entonces cuando mi compañero notó que mi plato no estaba limpio. Los alimentos secos fueron soldados a ella. El servicio era pobre. Realmente no parecían querernos allí en absoluto. Se sentía como si fuéramos una intrusión. Nos quedamos preguntándonos cómo es que las llamas son este lugar en la guía Michelin. Luego llegó la comida y fue genial. Desafortunadamente no pudo compensar la falta de profesionalidad del personal. No les preocupaba que se hubiera puesto un plato sucio en la mesa, sirviendo a los clientes y comprobando que la comida estuviera bien.