Lamian, España en Madrid

¡Comidas deliciosas y un personal increíble! He estado allí dos veces durante mi viaje a Madrid y este lugar nunca me ha decepcionado. Todo se ve y sabe increíble. El personal es muy amable. ¡Sin duda volvería a pedir Black muchas veces más!

Solo he entrado para tomar una infusión, porque me estaba resfriando. Aunque el local estaba lleno, el camarero nos dejo sentar en la barra y nos sirivio cuando tenia tiempo. Dejo 5 estrellas por como estaba viendo al camarero trabajar. Muy eficiente sin perder la educación, y a la vez moviendo sin parar. También se oía a los clientes hablar muy bien de la comida. Muchas gracias Jordan

Tenía ganas de ir desde hace años, hoy hemos probado y hemos comido genial. Su famoso ramen de rabo de toro y chipirones estaba de diez. Cuidado porque pica un poco. Volveremos!

Platos asiáticos con un toque castizo. Todo riquísimo y servicio estupendo.

Estaba todo buenisimo, el espacio es muy agradable. Sirven rapido y de precio insuperable

Ubicado en pleno centro de Madrid. Haciendo esquina en la calle paralela a gran Vía. Sitio acogedor, pequeñito, no permite tener muchos comensales. 1 baño para chicos y otro para chicas con zona común de lavarse las manos. Ambiente bueno, sin mucho ruido que permite mantener conversación y la comida bastante rica y económica. Tienen a parte de la carta, dos menús degustación: uno corto y otro largo por 30€ (no recuerdo platos) para a partir de 6 comensales. Nosotros nos decantamos por el de 25€ (corto: pad Thai, costillas, 1 unidad dim sum gamba, berenjena china rebozada, corvina a la plancha... Con postre una pieza tarta chocolate y otra queso con marcha), estaba todo muy rico, pruebas un poco de todo, te quedas agusto...tampoco es que te llenes y eso sí, bebidas a parte. Recomendable para ir a comer o cenar pero siendo un grupo no muy grande. Otro punto positivo a pesar de ser cocina asiática no se te queda olor en la ropa (para mí gusto bastante importante).

¡Comida muy rica, muy recomendable!

Tuvimos una cena maravillosa. Tuvimos un poco de lío con la reserva (reservamos para 6 y al final fuimos 10) e hicieron todo lo posible por acomodarnos. Terminó siendo una experiencia de 10. volveremos!

La comida fusión estaba deliciosa. Pedí pato con fideos. ¡Tenía un sabor increíble! El ambiente y el personal del restaurante eran fantásticos. Sin duda, vale la pena probarlo. La primera vez que fui estaba lleno, así que no pude conseguir mesa. Sin embargo, al día siguiente fui un poco más temprano y, por suerte, había sitio. El camarero también fue muy amable.

No fue un buen comienzo. Habíamos reservado para 7. 45 cuando el lugar abrió. Llegamos a las 7. 43 y ninguna señal de vida. Cierra, apaga las luces. Caminamos por la esquina y después de un par de minutos llegó un hombre en bicicleta y al vernos esperando nos preguntó si estábamos allí para el restaurante. Cuando dijimos que sí, nos pidió que esperáramos y se abrió. Hasta ahora no impresionado. Estábamos sentados adentro y nuestra orden fue tomada. Fue entonces cuando mi compañero notó que mi plato no estaba limpio. Los alimentos secos fueron soldados a ella. El servicio era pobre. Realmente no parecían querernos allí en absoluto. Se sentía como si fuéramos una intrusión. Nos quedamos preguntándonos cómo es que las llamas son este lugar en la guía Michelin. Luego llegó la comida y fue genial. Desafortunadamente no pudo compensar la falta de profesionalidad del personal. No les preocupaba que se hubiera puesto un plato sucio en la mesa, sirviendo a los clientes y comprobando que la comida estuviera bien.