Socarratt en Madrid

Unos arroces increíbles y tienen distintas variedades. Mi favorito el tradicional y al horno. Destacar también el trato excepcional de la chica que nos atendió y asesoró, volveremos seguro!

Riquísima! Servicio fabuloso y rápido!

Muy rica la paella, muy buena relacion precio calidad/cantidad y muy majo el chico que me atendio

Llevamos más de 6 años pidiendo arroz a domicilio en Socarratt y la calidad sigue siendo exactamente la misma: excepcional. Siempre son atentos, puntuales y ofrecen un producto de primera a un precio muy razonable. Da igual dónde lo pidas: el arroz siempre llega perfecto, sin necesidad de fianza y en su punto. Los arroces, tanto de mar como de tierra, son diferenciales, y el pan de masa madre pone la guinda. Para nosotros, no hay duda cuando queremos disfrutar de un buen arroz

Calidad precio insuperable. Las paellas están muy ricas, muy sabrosas y super rápido. En menos de media hora ya has comido. Totalmente recomendado

Paellas exquisitas. Nosotros pedimos dos para una comida de empresa, nos las trajeron muy puntuales, con Alí Oli y riquísimas (pedimos el arroz señoret y una de Castellón). Brutales 👌

Sin duda el mejor arroz de Madrid 😊trato genial recomendable 100 💯

Súper sabroso y súper servicio.

Valenciano de nacimiento, de esos que creció entre domingos de paella, brasas y sobremesas familiares, he probado cientos de arroces y cocinado otros tantos. Puedo decir, sin atisbo de duda, cuándo me encuentro ante un arroz que merece respeto. Y aunque hace años que resido en Madrid, confieso que pocas veces he encontrado un lugar que no solo entienda el arroz, sino que lo ejecute con esa mezcla de técnica, producto y alma que exige. Por cuestiones de trabajo pedimos un arroz a banda en este local. El primer pedido me sorprendió y eso no es fácil: el grano en su punto, el sabor profundo y marinero, y un allioli casero que no buscaba protagonismo, pero lo conseguía. Suficiente para repetir. La segunda vez, sin embargo, ocurrió algo poco habitual: el arroz no llegó. A diferencia de muchos otros lugares que habrían escurrido el bulto, aquí supieron estar a la altura. Una llamada bastó para que reconocieran el error sin rodeos. Con urgencia y profesionalidad, se disculparon, nos trajeron el pedido en tiempo récord y detalle que marca la diferencia, nos invitaron. Eso, amigos, es lo que separa a un restaurante correcto de uno que entiende el valor de su clientela. Porque tan importante como el sabor es la actitud. Hoy escribo esta reseña no solo por el arroz, sino por el gesto. Ese que no se cocina en fogones pero que deja un regusto igual de memorable. Recomendado sin reservas, ya sea para compartir con amigos en la oficina, en familia un domingo cualquiera, o para cuando uno simplemente necesita sentir que, incluso lejos de casa, todavía hay arroces que se hacen con verdad.

Un lugar muy agradable y cómodo!