Smoked Room Dg en Madrid

Todo en este restaurante es un 10, excepto lo más importante que es la comida. Claramente es un restaurante de 1 estrella Michelín en vez de 2 y tiene precio de 3. Es cierto que comer en un restaurante así de forma tan privada con el servicio tan encima y profesional a día de hoy es un lujo, y por eso le doy 4 estrellas. La comida no cumple para mí por el coste del menú y en comparación a otros restaurantes con estrella, eso sí, está todo bueno, pero aquí no pagas para comer solo bueno. Muy mal detalle dentro del menú más caro de 250€, que además ofrezcan un plato fuera de carta (wagyu) con la excusa de que solo hay una carne en el menú y te lo dicen cuando hasta ese momento solo has comido marisco y pescado, y obviamente en la jugada no te dicen el precio, porque estamos en un restaurante donde al parecer, todo el mundo puede pagar lo que haga falta, junto con copas de vino de 20€, pero lo siento, no va así. Para mí es un sacacuartos y prefiero que el menú cueste directamente 330€ y que no me vengan con extras en mitad de la experiencia no avisadas en la carta como es lo estándar en cualquier lugar serio.

El servicio y el ambiente son geniales. Pero la comida no es de nuestro agrado, es demasiado salada.

Restaurante dos estrellas Michelin de atmósfera oscura, moderna y agradable en el centro de Madrid. 9 platos de productos de gran calidad y sabor excepcional. Presentados impecablemente y muy bien equilibrados. Pedimos el menú corto pero añadimos el wagyu, sin duda todo un acierto, por ese sabor a mantequilla que se deshace en la boca. Acompañamos con maridaje, en perfecta sincronía con un menú que no se quedaba atrás. Los tiempos, correctos y las explicaciones que acompañaban cada plato, adecuadas. Le doy 4 estrellas por la conexión inicial que tiene con el otro restaurante, de la planta superior. Hay que esperar, pese a tener la reserva, junto con las personas que asisten al otro y el baño es también compartido, pierde bastante elegancia. Aún así me quedo con muy buen recuerdo

Comimos para celebrar el cumpleaños de mi marido. Experiencia única. Magnifico menú y mejor atención por parte del personal, a destacar la atención y profesionalidad de Lenny, el simpático gallego que contribuyó a que la comida fuera una una experiencia maravillosa. Para repetir sin duda. La próxima vez probaremos en la barra

Francamente espectacular. Aunque el tema de los menús largos y gastronómicos puede llegar a ser cansino, en este caso merece muchísimo la pena (aparte que no hay carta). Cenamos el menú más corto, que ya fueron doce pasos y más de dos horas, y todo estuvo espectacular, empezando por el pan brioche con mantequilla a la trufa blanca y terminando por la torre de petit four. Todos los platos se terminan el la mesa y tiene mucha presencia el ahumado y humo del nombre. El personal muy atento y agradable, el local es pequeño, en un lado separado del leña, con un mostrador enfrente de la cocina y brasa con sus taburetes y dos mesas separadas para cuatro personas. La mesa está un poco apartada y aunque es amplia y cómoda quita un poco la experiencia que debe ser ver todo el montaje de la cocina. El precio del menú corto son 195 euros, bebidas parte y es suficiente para cenar, te llenas lo suficiente sin exagerar. Muy recomendable.

Sabor diferente al de los restaurantes europeos, llenos de creatividad👍🏻

Absolutamente alucinante Fui con expectativas muy altas y el restaurante cumplió con creces. Los sabores, la singularidad, las combinaciones: simplemente guau.

Nos atendio Lenni durante toda la cena, un servicio espectacular con absolutamente nada que objetar, mil gracias a todo el staff de Smoked Room por esta noche tan espectacular. Absolutamente inolvidable.

Entra en mi Top3 de restaurantes junto con Disfrutar y Kabuki La comida es una delicia, cada plato es una maravilla de sabor y presentación. Me ha gustado que te dejan tiempo suficiente entre plato y plato para disfrutarlos y para no acabar saciado. De los restaurante de Dani García que he visitado este ha sido el mejor. El concepto de la sala con una barra para 6 comensales enfrente de la cocina donde elaboran los platos es una pasada.

Local perteneciente al grupo de Dani García pero con casi total independencia en las decisiones por parte del chef y el equipo del restaurante. Cómo no podía ser de otra manera y como está sucediendo en los últimos 10 años, más o menos, este restaurante se apunta al concepto de cocina de fusión con atención especial a la cocina asiática y con productos exóticos, pero con la novedad de las brasas. Podría decirse que este concepto, con el añadido de la posibilidad de comer en la barra, viendo la cocina en directo, hace de este restaurante una opción más que atractiva. El menú largo consta de unos 15 pases (12 salados y 3 dulces) a 250€. Todos los platos son sobresalientes, perfectamente ejecutados y presentados, y gustarán más o menos dependiendo de los gustos, aunque eché en falta algo más de potencia de brasas en algunos platos (por supuesto, no en todos). La explicación por parte del camarero y el chef de la elaboración de los platos, la terminación de estos en la mesa y la armonía que se aprecia en la cocina, es otro de los puntos a favor. Como aspecto negativo, no le veo sentido cobrar 5€ por el agua y sobre todo por la infusión, después de pagar 250€ por el menú. Un saludo