Slate Wine Bar en Gratallops

Hemos ido a tomar una cerveza y una copa de vino pero sin duda alguna volveremos a cenar. El trato tanto por la camarera que no me sé el nombre (pero ha sido espectacular) como el de Arnau ha sido de 10. Miles de gracias

Pequeño rincón muy recomendable. Personal súper amable, sitio muy bien cuidado y en entorno privilegiado. ¡Postre espectacular! No se pierdan el 'fué de chocolate' y el 'comida blanca'

Comimos en Slate dos noches seguidas. Nos alojamos en Gratallops y fue un paseo rápido desde nuestro hotel. Disfrutamos de nuestras comidas ambas noches. Sé que suena loco pero tuve el perrito caliente dos noches seguidas. La salchicha era de un pueblo vecino y era tan bueno que tuve que conseguirlo de nuevo. Disfrutamos del vino local y otras tapas también. El servicio fue amable ambas noches. Es un lugar pequeño, así que recomiendo obtener reservas.

Buen ambiente, buen servicio, buen precio... Genial

No puedo recomendar este lugar lo suficiente. Pasamos la noche en el pueblo y este parecía ser uno de los pocos lugares abiertos los domingos por la noche. ¡Cómo me hubiera gustado que hubiésemos podido hacer varias comidas allí! Pensamos que solo queríamos una copa o dos de vino, ¡pero nos quedamos por varias más! Ya habíamos comido a la hora del almuerzo, pero ojalá hubiéramos cenado aquí porque la comida se veía increíble en comparación con lo que comían otras personas. El chico que dirigía el bar era absolutamente brillante y tenía un gran conocimiento sobre el vino, ayudándonos en nuestra búsqueda de probar algunos vinos increíbles de la zona. No pudimos resistirnos a la comida y solo comimos una tabla de quesos... ¡incluso eso fue increíble! Excelente relación calidad-precio en todos los aspectos. Nos sentamos en la terraza y todo fue fascinante. ¡Es posible que volvamos a Gratallops sólo por este lugar! Hermoso pueblo, sin embargo, y vale la pena pasar unos días aquí disfrutando de excelente comida y bebida.

Platos creativos en un restaurante en el centro de Gratallops. Amplia bodega. Personal muy atento

restaurante con ubicación encantadora junto a la iglesia, y realmente el sitio tiene mucho encanto. Las croquetas nos parecieron deliciosas, pero algunos aspectos de la experiencia fueron mejorables. El plato de jamón (22 €) fue decepcionante, ya que una parte estaba rancia y ennegrecida, posiblemente por una mala conservación. Creemos que un mayor control de calidad ayudaría a mantener la excelencia del producto. A nivel de comodidad, encontré que las sillas eran bastante incómodas y el espacio entre mesas muy reducido, lo que dificultaba disfrutar de la cena con tranquilidad. Además, hacía mucho frío y tuvimos que cenar con los abrigos puestos. Quizás habría que mejorar la calefacción para garantizar una experiencia más agradable, especialmente en invierno. Por último, pequeños detalles como algo de música ambiental podrían ayudar a crear un ambiente más acogedor. Creemos que, con algunas mejoras en estos aspectos, la experiencia podría ser mucho más placentera y acorde con el entorno privilegiado del restaurante. ¡Esperamos poder volver y encontrar estos ajustes que harían del sitio un espacio aún más recomendable!