Ses Aspes en Manacor

Un restaurante muy bueno. Hemos venido tres veces. La comida está muy rica, incluso a la hora del almuerzo. El servicio es excelente.

Este restaurante se encuentra en la carretera de Manacor a Porto Cristo en Mallorca. El sitio es muy llamativo ya que tiene un molino original en su entrada. El espacio cuenta con 2 o 3 salones para eventos, bodas, comuniones y cualquier actividad que necesite de una sala amplia y luminosa. El restaurante Ses Aspes nos ha sorprendido gratamente. Decoración y detalles con mucho encanto, velas y mucha madera en sus muebles y decoración, la verdad que super bonito, agradable y muy cálido. La comida también nos sorprendió, platos ricos y muy bien ejecutados, buenas cantidades y producto fresco. También destaco la atención, nos parecio un personal muy simpático y sobre todo profesional. Nos atendieron de maravillas y disfrutamos mucho de la cena, realmente esquicita. Comimos pescado y estaba buenísimo, tanto el atún como el gallo de San pedro. En general ha sido una experiencia muy reconfortante y agradable y por seguro repetiremos. En verano tienen una terraza hermosa también decorada con muy buen gusto. Conclusión, súper recomendable!

Fuimos a comer en familia, la comida fue expertacular , buen servicio pero mi enhorabuena sobre todo al chef y asu equipo por este agradable día que nos hicieron pasar muchas gracias ,volveremos .

Ambiente cocina y servicio excelente volveremos . Mención especial para el camarero de más edad . Muchas gracias Volveremos

Nuestro restaurante favorito en Mallorca Personal muy amable, comida excelente

Reservamos mesa para comer después de nuestra boda civil. No conocíamos el restaurante. Fue una pequeña apuesta, pero no nos decepcionó. Nos recibieron con mucha amabilidad y el servicio, en parte trilingüe, fue atento y cordial. La selección de platos era deliciosa, desde patatas fritas hasta filetes y pescados; todo de primera calidad y con raciones generosas. A pesar de que el restaurante estaba lleno, la comida llegó rápido. Quedamos muy satisfechos e incluso aprovechamos el sol del molino para hacer algunas fotos. ¡Sin duda volveremos!

La comida estaba deliciosa, las raciones eran generosas, el servicio fue cortés y los niños fueron bienvenidos.

Algunos platos están preparados con mucha delicadeza y son muy sabrosos. El personal es muy atento y habla al menos tres idiomas. El ambiente es mallorquín de lujo. El acceso al restaurante y a los baños es accesible para sillas de ruedas. Llovía a cántaros durante nuestra visita, así que habría sido deseable tener una marquesina en la entrada principal.

No podía pedir más. Comida deliciosa, maravillosos tamaños de porción para una familia hambrienta. Reúnase con un excelente agradecimiento por una noche increíble.

Nada más entrar ya sorprende con el inmenso parking que tiene, el molino, el jardín y la decoración. Tienen zona interior y terraza cubierta. En su interior, la decoración es preciosa y cuidada hasta el más mínimo detalle. Vajillas y vasos de colores finos y elegantes. Hasta el baño es bonito y cuidado con jarrones y flores. El servicio muy amable en todo momento. Al ver que nos sentábamos en una mesa que podía dar algo el sol, nos aconsejaron otra mesa. Y el día que llamé para reservar, debí de llamar antes del horario de apertura. Iba a volver a llamarles más tarde en horario de comidas, pero vieron la llamada perdida y me la devolvieron. Muy atentos. Nos pusieron un platito con olivas, ali olí y paté junto a una cesta de pan. Un buen detalle para comenzar. Elegimos el menú del día. Nos sirvieron 3 platos para compartir entre dos personas: pan con jamón y tomate, chipironcitos y ensalada de mozzarella y tomate. De segundo, churrasco y pollo a la pimienta. Ambos con verduras y patatas. De postre, tartas caseras de almendras y de queso con naranja. Esta última sobre todo muy original. Cantidad abundante de todos los platos. Todo muy buen presentado y muy bueno. Nos hemos ido llenos y muy contentos. No se le puede poner ningún pero a la experiencia.