Nuestro primer restaurante en Cataluña eligió este mítico centro comercial para ofrecer una refrescante pausa mediterránea en un entorno tan agitado. La aceptación ha sido inmejorable.
La comida en general está muy buena,con mucho sabor. Pedimos ensaladilla rusa que la sirven de manera original,está muy rica,de segundo trozos de pulpo y gambas con lima,fideos fritos y mayonesa acevillada que nos encantó y de postre un helado de limón con chocolate blanco sencillo pero sabroso.
MAL! Somos 6 nos sientan en 2 mesas separadas que "por estetica" no pueden juntar(es más estético estar pasando una jarra de sangría de mesa en mesa y hablar de mesa en mesa. Los camareros se disculpan diciendo que los vigilan por camaras. Se ve que el jefe desde su casa está muy aburrido) la sangria, puro vino parece abierta de un carton de don simon .Más perdidos que un pulpo en una pecera, pedimos nos calienten algunos platos porque nos los sirven fríos, nos sirven 2 hamburgesas (que habíamos pedido) y luego nos quitan 1 porque no era para nosotros (la otra ya la había mordido por eso no me la quitan) nos iban a servir un postre que no era para nosotros. HOY FATAL!
La comida muy buena, ceviche de pulpo, tortitas con tataki de atún, pollo terillaki, los postres muy buenos sobretodo el helado de limón con cobertura de chocolate blanco. la atención correcta y amable
La comida de este restaurante estaba bastante buena, aunque cabe recalcar que nos pareció demasiado salada, sobre todo en las patatas bravas con alioli y chistorra. Los canelones de trufa también estaban muy salados, aunque no tanto como las patatas. En nuestra opinión, es un buen restaurante y volveríamos a comer en esta instalación de nuevo.