Forma parte del mismo edificio de la emblemática Posada del Mar, con sus aires alicantinos de piedra blanca empapada por el sol. Un espacio tan hermoso y mediterráneo por dentro como por fuera.
Estuve en el Saona de Denia. Nuestra experiencia fue muy agradable gracias al servicio de Daiana, una camarera muy amable y simpática. Repetiría sin duda.
Super bien como siempre en este grupo hostelero, comida rica, precio adecuado y ambiente cálido y agradable.
Siempre es un acierto venir a comer en Saona.