Forma parte del mismo edificio de la emblemática Posada del Mar, con sus aires alicantinos de piedra blanca empapada por el sol. Un espacio tan hermoso y mediterráneo por dentro como por fuera.
Fui a comer con mis padres y mi hijo un viernes a mediodía a las 14:30, la comida muy buena y a buen precio, lástima el servicio los camareros eran esquivos y poco comunicativos, a mi hijo de 6 años no le trajeron para pintar como al resto de niños no lo entiendo. Bueno no volveremos y ya
Fuimos a comer a Saona Denia y la verdad es que la experiencia fue bastante buena. Las gyozas muy ricas y el ceviche Saona, fresco y bien preparado. Para terminar, el helado de limón nos dejó un buen sabor de boca. Es una opción segura si buscas un sitio agradable para cenar en Denia
Vine aquí a comer sola y ya sabía que iba a estar bueno porque he ido otras veces a Saona. Sin embargo; destacaría la gran amabilidad del personal y lo agradables que son, así que me voy súper contenta con el trato recibido.
Empezando por que las mesas están pegajosas… Pedimos las croquetas y nos gustaron todas, pero llegan las tortitas con tartar de atun con muy poca cantidad de atún, la cebolla crujiente blanda y parece chicle y las tortas crujientes blandas… Las patatas saona con salsa de queso frías y la pizzeta carbonara con salsa de tomate que no le pega nada y el guanciale (solo era grasa) y con mucho sabor a quemado…
El brownie muy pésimo en cantidad y frío.
Falta algo de atención por parte del personal en la atención en mesa, salvo Raúl el mas atento a todas las mesas y cobros incluso si no son suyos también estaba encima, muy agradable.
Excelente atención tanto de Alexis como de los compañero que nos han atendido.
Sin duda volveremos.
La comida excelente. Éramos 6 personas y todos diferentes platos, todos exquisitos.