Nuestro primer restaurante en la ciudad condal se ubica en pleno Eixample, rodeado del espíritu de Gaudí y salpicado por un ambiente marcadamente cosmopolita.
Alejandro muy majo y nos hizo buenas recomendaciones. Hubo un problema con el sistema de reserva, y nos llegó la comida muy tarde (reservamos a las 9:15 y empezamos a comer a las 10:15) supongo que los camareros no daban a basto.
Nos encantó. Comida variada y muy bien presentada y muy buena. Tiene menú los Domingos también y está muy bien. El personal muy amable y rápido sin ser agobiante su rapidez. Muy buena opción para comer bien, rápido y a muy buen precio. El local decorado con muy buen gusto , con aire acondicionado y ventiladores muy chic sin “helarte”( hay restaurantes que agradecerias una chaqetita 🥶temperatura ideal!