Retiro Da Costina en Santa Comba

Toda una experiencia! un 10/10. Servicio muy acogedor. Es una experiencia unica, que empieza y termina de manera muy original y sorprendente. Todo nos encantó, productos de altas calidad. Muy recomendado ! Gracias a todo el equipo!

Disfrutamos en julio 2024 el menú degustación. No puedo destacar nada porque todo es excelente. Sobre todo el amor a su trabajo que tienen, una dedicación y un producto excelente. Un lugar para recomendar y repetir

Una experiencia de principio a fin digna del mejor Estrella Michelín. En cuanto llegas, Manuel y su equipo te recibe con toda la amabilidad del mundo, como si fueras de la familia. Empieza el tour entrando por el mismo sitio por donde todos los días reciben los productos con los que elaboran los platos. Ahí, pasando por varias zonas, vas probando varios aperitivos, hasta finalizar los mismos en la bodega, donde puedes apreciar la gran colección de vinos de la que disponen. Tras esto, pasas al comedor principal donde disfrutas de los principales y los postres. Todos los platos inspirados en la cocina e historia de la zona, con una combinación de sabores y texturas magistral. Destaca el uso de las algas en varios de los platos. Y cuando ya has acabado de comer, te sorprenden llevándote a una sala con sofás donde descansar y relajarte tras la comida, disfrutando de un exquisito café hecho en una original cafetera de sifón. Experiencia y comida de 10, 100% recomendable

Una experiencia gastronómica sensorial con guiños homenaje a los platos icónicos de la casa de comidas familiar desde hace 85 años y a la historia de emigración de Santa Comba

INSTALACIONES: El restaurante se encuentra situado en una majestuosa casa de piedra, al estilo Pazo Gallego, cuenta con unos jardines muy cuidados junto con la decoración exterior. Como se sitúa en una ligera pendiente, los propietarios han instalado una cascada artificial con un recorrido acuático simulando un río. Lo cual le da un toque de “tranquilidad y armonía”. Cuenta con una pequeña pero coqueta recepción en la entrada, tiene zona de elaboración de alimentos en frío, una Vinoteca inmensa (con amplio catálogo de referencias de muchas denominaciones) y muy modernista, comedor con mobiliario minimalista y sobrio (llama la atención la ergonomía de las silla para los comensales, son realmente cómodas), un elegante ascensor de cristal que te transporta desde la bodega al restaurante y, finalmente, un increíble salón que incluye cafetería gourmet con amplia variedad de cafés infusionados o expresos , licorería, bebidas de todas clases, infusiones naturales, selección de habanos y puros, copas preparadas con mucha profesionalidad y estilo, etc… Este salón dispone de un mobiliario cómodo y elegante, una mezcla de artdecó con estancias clásicas. Impresiona la gran chimenea situada en el centro del salón, haciéndolo más acogedor, creando un ambiente especial. En invierno dispone de mantas individuales, aunque no suelen hacer falta ya que la temperatura del salón es muy agradable. COMIDA: Previa reserva, solicitamos un menú degustación para dos personas. Al llegar al restaurante nos hicieron un “tour gastronómico”, primero nos bajaron por el ascensor de cristal hacia la majestuosa bodega donde seleccionamos el vino y nos sirvieron unas anchoas caseras de Santoña en aceite de oliva extravirgen templado, lo cual potencia el sabor de la anchoa. A continuación pasamos a la sala de elaboración de alimentos fríos y nos sirvieron unos entrantes muy originales en relación al sabor y la textura. Volvimos a subir por el ascensor de cristal hacia el comedor para degustar el menú consistente en platos líquidos (cremas, sopas y consomés), mariscos y pescados, sorbetes, carnes y selección de postres. Las elaboraciones son impecables así como las presentaciones y cantidades. El menú degustación es amplio. Muchos platos y cantidades pequeñas pero más que suficientes para quedar totalmente satisfecho. Muy rico todo incluyendo el bombón de foie cuyo contraste de sabor me pareció mágico. Terminada la comida principal te pasan al salón donde se sitúa la chimenea para tomar café, digestivos, todo tipo de bebidas y cava de puros. Este salón tiene algo especial que te relaja, mirar hacia las majestuosas vitrinas llenas de bebidas de todas clases y referencias, ver como te elaboran un café etíope infusionado delante de ti, ver cómo hacen las copas (en nuestro caso de gintonic) es un verdadero espectáculo, usan infusiones en spray para potenciar los sabores, seleccionan especies especiales según el tipo de ginebra, enfrían la copa con chorro de nitrógeno y ponen hielos de alta calidad que a tardar mucho en deshacerse. TRATO DEL PERSONAL: Excesiva amabilidad. Te explican todos los procesos de elaboración de los platos y sus ingredientes. TENDRÍAN QUE MEJORAR EN: - Cubertería simplona y Mantelería de tela muy fina - Pan: aunque parezca poco relevante, este crítico considera que el Pan es un elemento muy importante a tener en cuenta, ya que es la carta de presentación de la comida. En España, un comensal empieza comiendo un trocito de pan antes de empezar a comer. Creo recordar que me dijeron que lo elaboraban en el propio restaurante. Es ese aspecto necesita mejorar. El pan es común tirando a malo. RELACIÓN CALIDAD-PRECIO Excelente 10/10 HIGIENE Excelente 10/10 Sumamente limpio y cuidado. Llama la atención los baños, cuentan con muchos accesorios (cepillos dentales, toallas húmedas, etc) y se agradece mucho (todo un detalle) que pongan toallas individuales de algodón en vez del engorroso y vulgar papel secamanos. CONCLUSIÓN Maravilloso restaurante de renombre con referencias muy positivas. Nuestra experiencia fue muy positiva. Volveremos

Es un show en cuanto entras hasta que marchas del restaurante. ¡El menú, aunque no es muy largo, es sublime y delicioso! Todos los platos tienen mucho sabor y una presentación implacable. El personal de sala es muy atento y amable y er van describiendo todos los platos que te van trayendo. El local y sus distintos rincones son especaculares!! 💯

Restaurante que ofrece una experiencia culinaria inolvidable, con un equipo profesional ,creativo y superamable. Desde el momento en que se ingresa en el, la atmósfera cálida y muy acogedora invita a relajarse y disfrutar de cada detalle. Un lugar ideal tanto para los amantes de la alta cocina como para aquellos que buscan una increible experiencia culinaria “slow food” en un entorno privilegiado. Enhorabuena a Manuel, Ana y su equipo, sin olvidarnos del “alma mater” Xuxo. Gracias a todos y esperamos volver pronto!

Espectacular, repetiré en cuanto pueda. Impresionante en todos los aspectos

Te atienden con exquisitez, te cuentan cada plato como si fuese la primera vez que lo hacen, servicio de altísima calidad que hace que su comida se valore el triple. Maravilloso maridaje, si además puedes dormir en sus habitaciones, experiencia de 10!!

Una verdadera experiencia gastronómica, desde que llegas hasta que te vas. Entras x el sótano donde está la bodega y te van dando a probar distintos aperitivos, despues subes y al final de la comida hay un salón para cafes y cócteles