Restaurante Tortuga en Barcelona

“Para muestra un botón” Y tal vez sea demasiado categórico decir que una primera impresión basta para juzgar. He de decir que no me ha encantado del todo la experiencia en Tortuga, pero iré desglosando los momentos. Yo comparto, y ustedes ya decidirán. Todo depende del cristal con que se mire. El lugar puede parecer acogedor e íntimo por la cercanía del espacio. En lo personal, me pareció pequeño y estrecho, por lo que es muy conveniente hacer reserva con antelación. Por un lado, es interesante tener a un lado la cocina y ver la acción de los fogones: todo el movimiento que hay detrás del cristal y el ir y venir del personal. Pero por otro lado, lo reducido del área hace que los olores y el calor de la acción se concentren, haciendo que los aromas individuales de los platos se pierdan un poco en ese cóctel de fragancias. Ahora, en cuanto a la propuesta gastronómica, esto fue lo que pedí: ✨ Arancino de shiitake: “Croquetas” de risotto con shiitake y queso manchego. ✨ Croqueta de jamón ibérico: croqueta de jamón 50% raza ibérica. ✨ Flor de calabacín frita: flor de calabacín, gel de azafrán, ricota de estragón, emulsión de tomate lactofermentado, brotes. ✨ Vieira Beurre Blanc: vieira salvaje de Hokkaido (Japón), lechuga ecológica salteada, farofa de pistacho, salsa beurre blanc, perejil ecológico. La carta es corta, con una selección algo limitada. Personalmente, he sentido más rimbombancia y curiosidad en las descripciones que en los platos en sí. La presentación, un poco desanimada; los sabores, con un equilibrio algo frágil; y las porciones, pequeñas. ¡Ya sé! Qué exigencia la mía… Pero con esos nombres tan impactantes, me lo vendieron muy bien, y esperaba la misma sorpresa en el paladar. Como mencioné, el lugar es pequeño y lleno de acción, por lo que no lo recomendaría para una cena romántica o una primera cita. A mi parecer, hay demasiados distractores como para lograr esa complicidad o clandestinidad. Eso sí, me parece un sitio ideal para ir con amigos o, si vas en pareja, para una escapada de la rutina y un poco de exploración. El personal, eso sí, muy atento y rápido, lo cual se agradece para un espacio tan dinámico. Pero seamos sinceros: uno no va a un restaurante solo a ver al personal.

Llegué a este bar sin expectativas y me quedé impresionado por la fantástica comida, el personal súper amable y el ambiente relajado. Desde mi punto de vista, una visita obligada en Barcelona.

¡Qué comida tan rica! ¡Salí del restaurante contentísima! Todo estaba riquísimo. Pedí flor de calabacín, vieiras y el postre de chocolate y caramelo. ¡Perfecto!

Buen ambiente y la comida deliciosa, volveremos

¡Comida absolutamente deliciosa! ¡Imprescindible! Paseando por la zona, entramos sin saber qué esperar y quedamos impresionados con los increíbles platos. Llenos de sabor y combinaciones ingeniosas. El personal es estupendo y amable. ¡Sin duda volveremos!

No cumplió mis expectativas. La forma de presentar los platos y las combinaciones de alimentos parecen muy innovadoras, pero luego la realidad es que la comida no tiene nada de especial. Ninguno de los platos que probamos fue un espectáculo para el paladar. Es decir, comida correcta, pero sin más (solo el pollo. Por eso digo que esperábamos algo más. Los precios son correctos. No repetiría porque creo que es un tipo de cocina que puedes encontrar en muchos otros restaurantes sin tanta floritura. El local es reducido (un poco cueva) y llega a ser un poco ruidoso si hay muchos comensales.

Tapas increíbles y servicio amable.

Celebré mi 40 cumpleaños en Tortuga y fue simplemente fantástico. Desde la increíble comida hasta el excepcional servicio y el excelente ambiente, todo fue simplemente perfecto. Muchísimas gracias a Gui y a su equipo por hacer de esta noche una experiencia inolvidable. ¡Hazte un favor y sin duda ve a Tortuga; no te arrepentirás!

¡La comida es deliciosa! El restaurante es acogedor y encantador. ¡El servicio es excelente! ¡Sin duda volveremos!

Quería un sitio menos tradicional, pero con un toque español. Raciones pequeñas, pero caseras y buenísimas. Aunque uses muletas como yo, no dudes en venir.