Un local fantástico con un ambiente aún mejor. Todos los camareros son encantadores, pero hay que destacar el don de gentes de Luís, un profesional como ninguno, que transmite un buen rollo y una energía inigualables. Sin duda un lugar al que volver.
Ainhoa Devesa Sendón
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23 Noviembre 2025
10,0
Comimos en el bar del Solana.
Todo de 10!!
Emma y Pilar
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18 Noviembre 2025
10,0
No hay palabras, simplemente ve.
Teresa De Uriarte
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18 Noviembre 2025
10,0
Genial!! Extraordinario!!
Mejor restaurante en el que he podido comer en mi vida.
El servicio extraordinario, con una grandisima profesionalidad.
Inma, jefa de sala, una mujer extraordinaria y una profesionalidad fuera de lo común, no he visto cosa igual.
Todo el personal que componen restaurante Solana unos grandisimos profesionales.
José Luis Rodríguez Cartelle
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16 Noviembre 2025
10,0
Una vez mas Nacho y su equipo están en la élite de la restauración. No solo en Cantabria si no a nivel nacional.
La segunda esta al caer y te la mereces.
Luis Alberto Alvarez
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15 Noviembre 2025
10,0
(16-07-2025 14:30 y 19-07-2025 21:00) Solemos ir todos los veranos un par de veces y siempre salimos encantados (excepto de la última ocasión que tomamos el menú degustación que fue en parte decepcionante).
Durante la penúltima visita nos decantamos por comer en la taberna. Servicio atento y profesional. Pedimos para tres personas y a compartir: ración de croquetas de jamón Joselito (imprescendibles), ración de ensalada de puerros, burrata y salmón ahumado (propuesta fuera de carta que gustó mucho), ración de rabas de calamar fresco (imprescendible), ración de maganos de potera encebollados (imprescindible), ración de bocartes frescos rebozados (imprescendible) y media ración de callos y pata picantitos (desproporción entre sus componentes), tarta de queso al horno con caramelo salado y cacahuetes tostados y mousse de chocolate con aceite y sal (chocolate superado por un exceso de aceite). Para beber, un verdejo de Finca de Caraballas 2023 (25€). Además una cerveza, un refresco, una infusión y un café. Total 173€.
Y dedicamos la última visita a su menú degustación "Sotombo" a 115€ y salimos algo desencantados. Tras 19 pases (incluimos además su caviar de Ampuero), más fueron los contras que los pros. Todos los pases a buen nivel pero hubo decepciones con el "magano" (una especie de buñuelo con intenso sabor pero con el interior demasiado pesado), "ostra" (creo que se le falta al respeto a un excelente molusco, ya que la textura de la ostra resulta desafortunadamente mantecosa), "caricos" (totalmente prescindible) o "cerdo celta" (demasiado grasiento). Total: 397€ (incluido un godello Louro 2022 a 35€).
Tras las reformas de la cocina y del local en sí, resulta que la carta en el salón ha menguado demasiado tratando de favorecer la comanda de uno de los dos menús degustación. Echamos en falta platos emblemáticos como su lubina a la sal y al vapor con salsa de mantequilla blanca o sus sublimes pichones en dos cocciones con apionabo y puré de sus higadillos y tantos otros. También se echa en falta su icónica tarta de queso al horno (perfecto el toque de queso azul). Regular servicio del vino, pues su corta oferta desgraciadamente no está en consonancia con el nivel que se le supone a un restaurante estrellado, por lo que apenas cumple.
Seguiremos yendo, sin duda, tanto al restaurante gastronómico (solo a la carta) como a la taberna.
Luis S
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12 Noviembre 2025
10,0
Una vivencia que no se olvida
Bien por Nacho
Julia Gonzalez
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12 Noviembre 2025
10,0
Un auténtico placer,,productos de máxima calidad,,casi me saltan las lágrimas al probar las croquetas,,los buñuelos de bacalao,,todo estaba de diez, muy bien atendidos por Alex,,y la jefa Inma,,un acierto total ,,y buena relación calidad precio ,,hay que volver
Willy Moreno Casas
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10 Noviembre 2025
10,0
La primera sorpresa positiva es la carta de vinos. Se agradece poder elegir entre muchos y distintos vinos conocidos y desconocidos a precios ajustados. Creo que lo que más me fastidia de los buenos restaurantes es una carta de vinos con ninguno por debajo de 40€. Cargan 4 o 5 veces su precio de tienda y el valor añadido del restaurante es cero. Fuera de España ya se que es lo normal pero aquí mantengamos las buenas costumbres.
A destacar también la flexibilidad en la elección y distribución de los platos (no optamos por el menú degustación ) y las recomendaciones razonadas y acertadas de quienes nos atendieron. Además cuidan los detalles: por ejemplo, si la ración es de 8 croquetas y somos 3 comensales, servir 9, o preparar y dividir el magano sobrante de los 4 que contiene el plato a compartir.
De la comida señalaría para empezar que las cantidades servidas son muy razonables, ni parcas ni excesivas. Tanto el exceso (enfrentarse al plato es un reto en vez de un placer) como la parquedad, mal predisponen para lo que venga a continuación. Al ser una cocina principalmente de producto hay que optar lo primero por lo que es de temporada y dejarse aconsejar. En agosto, el extraordinario, en todos los aspectos, bonito en escabeche es obligado, al igual que los sorprendentes y deliciosos pimientos verdes de la huerta (“caviar de Ampuero”). De los clásicos, las pochas son casi insuperables por su textura y sabor, salvo que se te ocurra robarle unos trocitos de bonito al de al lado para echárselos al plato y entonces ya se convierten en insuperables. De las croquetas y los maganos no hay más que añadir a lo ya ensalzado por otros, salvo que no duden en incluirlas en la comanda.
Y, por ultimo, tratándose de un estrella Michelin la cuenta es muy comedida, lo que hace que la relación calidad precio sea sin duda de 10.
Salir satisfecho, agradecido y con ganas de volver es lo más que se puede pedir a un restaurante y Solana lo ha conseguido con creces.
roque z
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14 Agosto 2025
10,0
El año pasado debido a la reforma integral que ha transformado el espacio, fue muy difícil. Ahora, el restaurante cuenta con una sala más espaciosa y grandes ventanales que enmarcan el impresionante paisaje del valle y el Santuario de la Bien Aparecida, una vista que sin duda complementa a la perfección la experiencia culinaria.
El menú "Breñas" es un recorrido por la esencia de la cocina cántabra, donde la tradición y la vanguardia se fusionan de manera magistral. Nacho Solana sabe fusionar texturas y sabores.
La base de cada plato es la calidad de la materia prima. Se utilizan productos de cercanía, las anchoas, el calamar, el tomate y el atun, que son tratados con gran destreza para realzar su sabor natural.l
Hay platos son un despliegue de técnica, pero sin caer en excesos ni florituras.Cada bocado generara una exñplosión de sabores.
El menú "Breñas" incluye algunos de los platos icónicos, que no podían faltar como esa croqueta, ganadora de premios, es un bocado de cremosidad y alto sabor.
El entorno rural, con vistas al valle y al Santuario de la Bien Aparecida, es idílico. El servicio, atento y profesional, hace un disfrute de la velada.
Los postres, como la "Roca de chocolate", es riquisimo.
El menú "Breñas" es una apuesta segura alta cocina, no me parece caro. Una gran técnica impecable y una creatividad que rinde homenaje a la tradición. Es una experiencia que resulta memorable y totalmente recomendable.
Jose Maria S
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07 Agosto 2025
8,0