Restaurante Sol Soler en Barcelona

Sol Soler es un bar de tapas emblemático, de los de toda la vida, en plena Plaça del Sol de Gràcia. Ideal para tomar unas tapas, unas cervezas, un vermut o simplemente hacer un buen picoteo con amigos y buen ambiente. La terraza, en una de las plazas más vivas y bonitas de Barcelona, es perfecta para disfrutar del barrio, y el interior tiene ese punto curioso y algo vintage que le da mucha personalidad.  Ofrecen tapas caseras hechas al momento, con producto de proximidad, y se nota: patatas bravas, tortilla, croquetas, ensaladilla, platos más clásicos mezclados con propuestas algo más creativas, todo acompañado de cerveza bien tirada o vermut. Es el típico sitio donde puedes encadenar raciones y cañas sin mirar demasiado el reloj, simplemente disfrutando del buen rollo de la plaza.  En resumen, un bar imprescindible en Gràcia para tapear relajado, tanto si eres del barrio como si vienes a descubrir la zona.

Está en una placita encantadora llamada Place del Sol. Los calefactores bajo las mesas facilitan sentarse. Las croquetas de champiñones no estaban buenísimas, y los calamares estaban bien, pero los precios eran muy razonables. El vermut estaba bueno.

Un pequeño y encantador local de tapas. Ideal para comer y tomar un vermut.

Me gusto. Las raciones son bastante abundantes. Personal rápido y atento.

¡Comida deliciosa y un servicio muy amable!

Lugar agradable en un sitio concurrido y animado. El servicio atento y amable. Cada 2 mesas aprox. había una estufa de sombrilla (diciembre), por lo que en ningún momento hemos pasado frío. Al haber ido de copas no podemos opinar sobre la comida, pero las copas estaban muy bien servidas, sin racanear y de calidad aceptable. En resumen, un sitio agradable y en el que no te vas a dejar un ojo de la cara para tomarte unas copas por el barrio de Gràcia.

Lugar ideal para tomar algo y picar a muy buen precio. Las tapas están muy buenas y poseen buena cantidad. Recomendaría los chipirones fritos y la ensaladilla rusa. Respecto a los postres salen más caras, aún así si desea acabar con un toque dulce pruebe el cheesecake. La terraza es ideal para estar en grupo. Aún así, fuimos un viernes para el almuerzo y sólo había un camarero, por lo tanto, si tiene prisa este no es su sitio.

Estuvo genial, un sitio muy agradable. Lo encontramos por casualidad y, por suerte, tenían mesa libre. Disfrutamos de unas cervezas y tapas, y aprendimos español con la camarera. La relación calidad-precio es fantástica, muy recomendable.

Excelente lugar, comida muy rica

Un buen sitio para tomar alguna bebida local.