Restaurante San Francisco en Santiago de Compostela

No tengo palabras para describir la emoción que sentí durante mi estancia en este lugar; todo fue impecable, desde la recepción hasta la habitación.

Todo 10 puntos excelente atencion del personal

Excelente servicio y personal amable. Excelente ubicación.

Lugar muy recomendable, habitaciones confortables y un servicio de 10 tanto en el hotel como en el restaurante. En el restaurante si tienes la suerte de cruzarte con Fran, te aconsejará y seguro conseguirá que tengas una muy buena experiencia. Gracias, intentaré volver pronto.

No podemos estar más felices de haber escogido este lugar para nuestra boda, todo amabilidad, facilidades, buena calidad y buen gusto, siempre ahí para nosotros buscando siempre soluciones a todo y con la mejor sonrisa. Estaremos siempre agradecidos en especial a Noelia, Miguel el maître, Juan y Miguel el DJ, unos Profesionales en mayúsculas y unas personas maravillosas. Hicisteis de nuestro día un sueño y el sitio y la comida dejaron encantados a todos nuestros invitados. Mil Gracias

Valió la pena por la espiritualidad. La bendición de los peregrinos fue uno de los momentos más destacados de todo el viaje.

Nos hemos alojado en este hotel y la experiencia ha sido una auténtica maravilla. Desde el primer momento, en recepción nos recibieron con gran amabilidad, explicándonos el entorno, la ciudad y dándonos la opción de seguir utilizando las instalaciones una vez dejada la habitación a las 12. Incluso nos ofrecieron la posibilidad de ducharnos en otra habitación antes de marcharnos: un detalle fantástico. La cena fue excelente, con gran variedad, un menú auténtico y un personal inmejorable. Queremos destacar especialmente a Fran, que nos atendió con toda la delicadeza y el cariño después de una larga etapa hasta llegar a Santiago. El desayuno también nos sorprendió por su amplia variedad, la amabilidad de los camareros y un entorno simplemente fantástico. La cercanía del hotel a la Catedral de Santiago lo convierte en un lugar privilegiado, enclavado en pleno casco histórico. La tranquilidad, el ambiente acogedor, la comodidad de la piscina tras la jornada y el cariño con el que se atiende a los clientes hacen que la estancia sea inmejorable. No es solo un lugar para pasar una noche, sino para disfrutar de unas vacaciones completas. Junto al hotel se encuentra una iglesia que forma parte del complejo y que sigue siendo un lugar de culto. Muy acogedora, tranquila y con un encanto especial. Todo el conjunto está envuelto en un ambiente castizo, de piedra, con esa esencia histórica de los siglos XV y XVI que lo hace único, precioso y espectacular. Un lugar totalmente recomendable.

Fuimos a una Boda al hotel y tambien nos hospedamos allí. El personal, la comida, la ubicación excelentes. Volvería sin dudarlo

Hermoso hotel a pocos pasos de la Catedral de Santiago de Compostela, con piscina y jacuzzi. Habitaciones sencillas de estilo conventual. Personal amable, atento y acogedor. Restaurante con un menú atractivo (27 €, entrante, plato principal, postre, pan y agua). Platos sencillos y deliciosos. Aparcamiento de fácil acceso.

Un establecimiento histórico increíble. Buena habitación con una cama cómoda. Un salón encantador con periódico. Piscina. Un comedor precioso.