Restaurante Piñera en Madrid

Llevo una racha bastante larga que los sitios me decepcionan, o que tienen unas luces y sombras que me dejan sin especiales ganas de volver. Pero ayer en La Guisandera la verdad es que TO-DO genial. Tomamos buñueños de bacalao, sabrosos y no demasiado pesados fritangosos. Las croquetas de picadillo estaban ÉPICAS de textura, sabor, cremosidad... La fabada perfecta, con las fabes en un punto inmejorable, enteras pero mantequilla. El compango muy muy sabroso pero sin ser pesado. El cachopo tremendamente sabroso y de un buen tamaño, no enorme. Total, que como primer contacto probamos lo básico y más fácil de juzgar/comparar con otros restaurantes asturianos, pero quedamos con muchas ganas de volver para probar más platos que vimos desfilar. Verdinas van a caer, calamares en su tinta, rabo de toro y alguna carne. Más postres que ayer no tomamos porque teníamos que irnos rápido. El servicio muy amable, profesional y atento sin ser excesivo. El local limpio, agradable, bien ambientado. Un sitio de sentarte y pasar un par de horitas disfrutando de una experiencia más allá del simple comer. Enhorabuena y volveremos.

Para comer comida Asturiana, es uno de los mejores lugares a visitar. Clemente y todo su equipo son sensacionales todas sus recomendaciones en platos y vinos valen la pena. Es un sitio para repetir.

El 8 de noviembre, fuimos a celebrar a La Guisandera de Piñera un 90 cumpleaños. La experiencia fue simplemente espectacular. Desde la llamada telefónica para reservar un comedor privado, el trato del personal fue en todo momento cercano, amable y muy profesional. Si nos metemos en sala,se aprecia que disfrutan lo que hacen y eso marca la diferencia. La comida… ¡increíble! Cada plato estaba preparado con mimo y con ingredientes de altísima calidad. Sabores auténticos, bien equilibrados y presentaciones cuidadas que invitan a disfrutar desde el primer bocado. Todo lo que probamos superó nuestras expectativas. Además, el ambiente es muy agradable, ideal tanto para una comida tranquila como para una cena especial. La atención al detalle y el cariño con el que nos atendieron hacen que quieras volver una y otra vez. Un lugar imprescindible si estás por la zona. Repetimos sin duda. Ya tenemos nuestra próxima reserva. Eso ya dice la súper calidad de su personal, María José, Francene, su compañero (no sé el nombre) y el alma de la cocina Ángel, a quien tuve la suerte de felicitar personalmente, por la delicadeza de su cocina. Enhorabuena también a todos los que no sé su nombre y también nos atendieron. Sois un equipo de profesionales, súper enhorabuena y creo no pude elegir mejor sitio en todo Madrid. Muchas pero que muchas gracias, por hacer un día maravilloso e inolvidable para mi madre. María Jesús

Platos exquisitos, atención esmerada, servicio rápido. Recomendado.

Una experiencia estupenda. La comida sensacional. Pedimos las almejas a la sarte, las cebollas rellenas y el arroz con Pitu. Todo exquisito. El servicio atento y profesional. Merece totalmente la pena la visita.

Aunque el ambiente no te transporta a la cocina asturiana sus platos sí lo hacen.La calidad es sublime, y que figure en la Guía Michelin no es casualidad. Respecto al servicio destaco que se nos fue la hora de charla con buena sobremesa y nos despidieron con un muy buen trato y una sonrisa. No se arrepentirán.

Estuvimos comiendo todos los amigos para un evento muy especial y el trato y la comida fueron excepcionales. La calidad de la comida es espectacular. Los camareros super atentos y cada poco pasaban para ver si necesitabamos algo o a rellenarnos los vasos. Ha sido una experiencia muy positiva.

Excelente carta de comida y vinos. El rabo de buey estaba espectacular, al igual que el tártaro de ternera. Recomiendo reservar.

Una buena opción para comer por la zona. La fabada espectacular, muy recomendable. El servicio también resultó bueno, pero el día que fuimos había poco personal y tuvimos que esperar bastante para ser atendidos. Nos explicaron que ese día contaban con 20 comensales y finalmente el restaurante se llenó (unas 80 personas) por lo que no estaban todos los camareros. Aún así repetiremos.

La comida a un gran nivel. El ambiente tranquilo y agradable. El servicio no estuvo a la altura, eramos tres comensales y simplemente se olvidaron de nuestra mesa, creemos que ir vestidos de manera informal influyo en la calidad de la atencion que recibimos.