Restaurante Nomada en Dénia

Recientemente tuve el placer de visitar el Rte Nomada, por recomendación de amigos y debo decir que fue una experiencia inolvidable. Desde el momento en que entré, el servicio fue excepcional. El personal fue amable, atento y se aseguró de que cada una de nuestras necesidades fuera atendida de inmediato. Se nota que están bien entrenados y realmente se preocupan por brindar una experiencia memorable a los comensales. Pedimos dos pizzas . Los ingredientes eran frescos y se notaba la dedicación en la preparación El ambiente del restaurante también merece una mención especial, mobiliario y decoración cuidado al detalle. Esto, combinado con un servicio impecable y comida de primera, lo convierte en un lugar al que definitivamente regresaré.

Fantástico almuerzo de 3 platos en un entorno precioso, puerto deportivo. Nos encantó la burrata con trufas y caponata para primicias, el cacio de mi marido y Pepe estaba hecho de mesa y yo tenía eslogan trufado que estaba delicioso. El tiramisú era adecuado y había algunos pequeños sabores para acompañar nuestro café al final de la comida.

La comida era increíble, el servicio era profesional pero muy agradable.

Hermosas vistas para tomar una copa/comer!

Muy muy bueno muy recomendable todo buenísimo trato de 10 Atención a los clientes maravilloso me encanta, volveré!!!

Muy buena calidad del producto, precio razonable y trato agradable.

Nómada es un sitio fantástico para cenar, contando con un servicio impecable y una comida muy elaborada y deliciosa. Sin duda lo recomiendo al 100%.

Cena en pareja con comida y servicio insuperables. Nos han dado una bienvenida en un entorno tranquilo y con un aperitivo muy rico. El resto de la cena con una pinsa de entrante entre las sugerencias del dia muy buena y de segundo un risotto y un cordero lechal exquisitos. El postre también tiene un sito no meno importante, ingredientes de primera y creatividad. El chef Massimo acompañado del metre Giovanni nos han acensejado y explicado cada plato y bebida con pasion por lo que hacen. Se ve la experiència de cada uno del personal que trabaja en este restaurante. Es toda una experiencia. Gracias. Repetiremos seguro!

Después de peregrinar durante 40 años por restaurantes italianos en tierras íberas de más o menos prestigio y haber visto todo tipo de aberraciones ítalo-culinarias, he aquí un milagro de la naturaleza, la transformación de 'gusano de seda en crisálida': un lugar donde las pitanzas no son procesadas, como es habitual, para la manduca de los turistas de paso que están acostumbrados a engullir engrudos y goma2 y beber vinos eruptivos, sino más bien todo lo contrario. Las pizzas están en un nivel estratosférico (según los puristas de este tema) elaboradas con un primor y una materia prima excepcional. Es verdad que, al estar acostumbrado el personal a comerse los platillos volantes gomosos habituales, a lo mejor piensan que esto no es lo que toca pero se equivocan. Esta es la referencia de la cual partir, el zenit y el nadir de la pizza. Las pastas y resto de platos catados son un hecho cuasi cósmico, mejor que el mejor restaurante de Milán o Roma. Bodega acorde a la calidad. Servicio extremadamente atento y amable. Instalaciones exquisitamente delicadas, limpias y agradables en un entorno soberbio. Precios coherentes con el resultado final. Si no les dan la estrella antes de finales de año es porqué a alguien se le ha gripado la lengua. Obligatorio ir. ¡Ahora!

Restaurante bien situado ( al lado de Balearia), con buenas vistas. Servicio profesional y educado, lo cual desgraciadamente no abunda hoy día, ( gracias por tu atención Ricardo), pendiente del cliente. Pizzas con masa fina, grandes y en su punto. El postre de milhojas de chocolate es una muestra de lo que debe ser una buena repostería. Precios acorde con el lugar, muy cuidados los detalles, limpio y con unos baños que pueden dar ejemplo a la mayoría de otros locales. Volveremos.