Restaurante Lhumbre en Collado Mediano

Local con terraza para disfrutar de una velada agradable en un ambiente familiar. La calidad de la comida es buena, aunque las porciones de los entrantes y los postres son un poco escasas. Es una lástima que el restaurante descuide ciertos detalles que podrían mejorar la experiencia gastronómica. No resulta atractivo llegar a un establecimiento de esta categoría y encontrarse en la mesa unas rodajas de chorizo con picos como aperitivo, ni recibir la comida en una vajilla desconchada, especialmente cuando se está pagando alrededor de 20€ por plato. Además, los tiempos de espera entre plato y plato son largos debido a la falta de personal

Estuvimos cenando ayer lunes y la verdad que salimos encantados con el trato y la decoración

Lugar increíble, un ambiente genial y la comida excelente. Nos atendió Carlos y salimos muy contentos volveremos seguro

Excelente Restaurant. Ambiente agradable y el servicio de los camareros muy bueno. Destacándose Redu. Esta muy bien ubicado.

Este restaurante es, sin duda, una joya que merece ser visitada. Desde el primer momento, el trato del personal fue impecable, educados, cercanos y siempre pendientes de cada detalle, Tanto si vienes en familia como en pareja, este lugar es ideal para disfrutar de una comida en un ambiente acogedor. La carta es amplia y variada, con propuestas que van desde lo tradicional hasta toques más modernos. Nosotros pedimos unas deliciosas alcachofas, pan bao, un entrecot y una impresionante chuleta de 1 kilo, que pedimos al punto… y la clavaron! Perfecta de sabor,y jugosidad. Se nota la profesionalidad en cocina. Enhorabuena a los camareros por su atención y simpatía, y un aplauso enorme para los cocineros, Sin duda, repetiremos.

Todo muy corrientito y con muchas pretensiones pero ahí se queda, en lo vulgar. Nunca había probado un bacalao sin sabor a nada con un chorreado de una crema de algo indescifrable e insípido. La merluza , parecía un rebozado tipo bienmesabe andaluz, y así todo lo demás. Para concluir, una “torrija” por llamarla según la carta y que es algo indefinido bañada en una crema líquida incomible. Todo a un precio excesivo para la calidad que ofrece.

El sitio es muy bonito, llama la atención desde la carretera, el acceso es directo en cualquiera de las dos direcciones. Dispone de aparcamiento privado de tierra pero se llena bastante a última hora en las comidas. La comida muy rica y de la carta hay muchos platos que llaman la atención. Llama mucho la atención que la carta de vinos aunque amplia, se reduce mayormente en los vinos tintos a Rioja y Ribera. Cobran el cubierto a 2€ por persona pero te descuentan dos céntimos en la factura, uno para que vuelvas pronto y el otro por amabilidad, muy originales sin duda. Las alcachofas asadas por 16.9€ están deliciosas, vienen tres unidades. El entrecot muy bueno, no se nota mucho la maduración de la carne lo cual está bien si no te gusta la maduración en exceso (300 gramos 24 €). La torrija caramelizada espectacular, el helado que trae de Baileys es muy poco así que ideal (7€). Los cafés y tés por menos de 2 €. El restaurante tiene una terraza que en verano tiene que ser una delicia. Muy buen ambiento. El personal es eficaz pero muy serio.

He de decir que, quizas por ser un grupo que llevábamos menu cerrado, los platos elegidos y a lo mejor por el precio, cerrado, nos defraudó. Pedí ensalada, con bacalao pero mi ensalada ha visto el bacalao en fotos. La tarta de zanahoria, a falta de horno. En fin, mejorable. Es mejorable.

Imposible pasar por la carretera, ver el restaurante y no caer en la tentación. El personal súper atento, la comida acertada siempre, cualquier plato sorprende en sabor sobre todo.

Hemos tomado un arroz caldoso con rabo de Toro muy rico. La decoración es agradable con ambientes africanos. El servicio es amable y diligente. Volveremos.