La Esquina Del Real en Madrid

Nos encanta este restaurante, es visita obligada cada vez que visitamos Madrid. Es pequeño confortables, romántico y muy agradable si sumas la atención y servicio. La comida como no, es excepcional, cocina francesa, con platos agradables y ricos, tan diferentes como variados. Lamentablemente no puedo publicar fotos porque la luz ambiental no lo permite, pero es muy adecuada, para disfrutar el momento y da un ambiente y toque perfecto.

Es.la cuarta vez que voy....y cada vez me.gusta más...todo exquisito y el trato inmejorable. Muchas gracias. Un saludo-)))

Sitio precioso comida excelente y un servicio muy atento y cuidadoso!

Espectacular! El servicio inmejorable, super amables. El restaurante es muy bobito y acogedor y la comida inmejorable, tomamos sopa de cebolla y setas como primeros platos y de segundo un Magret de Canard a la reducción de Vino Tinto con Ciruelas y Manzana que no podía estar mas rico!! Para mi la unica pega es que con el segundo plato te ponen unas patatas de guarnición que te las cobran a parte y no te avisan.

La comida es cara pero está buena, por eso pongo tres estrellas. No nos gustó el detalle de que nos pusieran, sin preguntar, un aperitivo y una guarnición de patatas que pensábamos que eran de cortesía pero nos lo cobraron, incrementando la cuenta 10 euros.

Una experiencia excepcional. El dueño es una persona cercana, amable y verdaderamente apasionada por su trabajo. Se nota que disfruta lo que hace, y ese amor se refleja en cada detalle, desde la preparación previa hasta la presentación final de los platos. Cada receta está cuidada con dedicación: las salsas se elaboran con tiempo y los ingredientes se combinan de forma impecable, creando sabores auténticos y equilibrados que sorprenden en cada bocado. El local es bonito, acogedor y con una atmósfera que te transporta directamente a Italia. La música ambiente y el cuidado en cada rincón hacen que la experiencia sea tan especial como su cocina.

Restaurante muy chic, salón y ambiente íntimo en la zona mas bohemia de Madrid. No me imagino mejor experiencia que una tarde de otoño o primavera, perderse los las calle de Madrid del histórico y acabar en la Esquina del Real, asi por casualidad. La carta corta pero sólida, gastronomía francesa, los clásicos, no se arriesgan mucho. Calidad y cantidad diría corecta. La pena son los precios, un poco altos para lo que recibes, pero por otra parte lo esperado por el tipo de restaurante y la zona. Servicio top, creo que eran los dueños, no tenían muchas mesas u se han esmerado en ofrecer un velada para recordar. Es un sitio para volver de vez en cuando, siempre que vayas con algún descuento."a pelo" puede resultar algo caro para el bolsillo español medio/alto

Fuimos a celebrar un día muy importante de mi vida, y bueno fue espectacular, desde la atención de la camarera, lo siento no recuerdo su nombre. El vino un Chardonnay buenísimo, los caracoles de locura, el Steak tartar madre mía! Hacía años que no iba, y me pareció que mejoró la calidad muchísimo. El foie espectacular. Tenéis que ir. El camarero varón, no muy bien.

Es ir sobre seguro, buena comida en un entorno estupendo. Vamos 2 o 3 veces al año, y el precio con el Tenedor merece la pena, antes era carillo. Conviene reservar Ubicación. En pleno centro de Madrid, a dos pasos del Palacio Real, la Plaza Mayor, el Teatro Real y la Puerta del Sol. Hay parking bajo la plaza de Oriente. Menú: Elaboración francesa, todo rico rico. Mis preferidos son el mero hojaldrado, las mollejas, o el guiso con colmenillas. Muy bueno el foie o los quesos. Los postres son deliciosos, en especial los de chocolate. Truco: por el ambiente, velas y bonita decoración con piedra antigua vista y herramientas añejas de cocina, es de estilo romántico muy adecuado para celebraciones de pareja....

Sitio pequeño (no hay un gran número de mesas) y acogedor, por lo que te encuentras en un ambiente tranquilo y acogedor. Respecto a la comida decir que todo lo probado estaba muy buen y bien preparado…platos con cantidad considerable y muy buen sabor por lo que la percepción subjetiva de lo que pagas y lo que recibes es muy buena ya que no te queds con la sensación de que hayas pagado demasiado por lo que has comido (no quiero decir que sea un restaurante de precio medio, siria que es un pelin por encima, nada exagerado, pero al comparar con la cantidad y la calidad de los platos se te olvida totalmente el precio). Y lo que hizo excepcional la experiencia en el local fue la atención de los camareros (acostumbrados en muchos otros sitios ultimamente de una atención pesima, con camareros serios, distantes e incluso malhumorados) en este local la atención en TODO MOMENTO ha sido excepcional, incluso el chef salió a despedirnos a la calle, lo que te dice mucho de la cercanía y trato que se ofrece. INCREIBLE. Repetiremos sin duda