Restaurante Hotel Abacería en Toledo

Hemos organizado un evento de fin de semana con 50 personas. La atención ha sido buena a excepción de algún camarero, la encargada que no recuerdo ahora como se llama, muy atenta, servicial y simpática. Los precios bastante caros y muy poca variedad en las comidas o desayunos.

Un sitio de relax, a las afueras de Toledo (de hecho forma parte del paisaje) pero rodeado de naturaleza. Situado en una zona más bien residencial pero creo (porque no hice uso de ello) que bien comunicado con la ciudad. En coche se tarda 5 minutos. El recinto tiene parking gratuito y piscina exterior aunque estaba cerrada. La atención en recepción fue rápida y eficiente. Habitación de buen tamaño, ventanas con persianas, en este caso tenia terraza (con una mesita y un par de sillas). El hotel tiene su propio restaurante y cafetería. Perfectamente atendidos pero sentí cierta descompensación entre precio y calidad del servicio de restaurante. Sitio de tranquilidad absoluta.

Una estancia estupenda, habitación con unas vistas magníficas de Toledo. Personal amable, piscina. Aparcamiento. De primera.

Personal agradable, exceptuando la persona que sirve los desayunos que es bastante desagradable y poco profesional en su trabajo.

Hotel situado a las afueras de Toledo en un entorno muy agradable

Bien situado y muy recomendable. Volveremos

Buenas vistas de Toledo. Habitación grande y agradable, únicamente una pega que las almohadas me hubiera gustado que fueran viscoelásticas para un descanso mejor. Buen desayuno.

Pasamos dos noches, quizás pecan de una decoración un poco sobria por el resto todo genial, poder comer y desayunar en la terraza es una maravilla y a un paso de toledo, Volveremos seguro

Hotel precioso con unas vistas increíbles, buena piscina, limpieza y personal, en general, muy amable. El desayuno es a la carta, el precio es variado y acorde con lo que pidas y está muy rico. Desayunar en la terraza con vistas a Toledo era precioso, aunque en alguna mesa había avispas. La espera para que te trajeran el desayuno a veces era excesiva según quien te atendiera, pero había una camarera Elki, que era majísima y muy eficiente. Las veces q cenamos allí es algo elevado de precio pero buena calidad. Hubo un día q llegamos de Puy du fou llenos de polvo, acalorados y con ganas de ducha y por una avería en Toledo no había agua. Fue frustrante y no era culpa del hotel, pero la poca amabilidad de la persona encargada de mantenimiento que era la misma de atender en el teléfono de emergencias (era tarde y no había recepción) no fue nada correcta, culpa nuestra tampoco era. La chica de recepción,  Carmen, a la mañana siguiente fue muy comprensiva y muy amable (bueno lo fue ese día y todos los que nos atendió, una atención estupenda). Era un poco escaso el tema de jabones y papel higiénico, tuvimos en dos ocasiones que pedir más pq se nos terminaba dejaban muy justo. Y las toallas de lavabo nos pasó lo mismo, éramos tres y nos dejaban una o dos toallas, pero nunca una para cada uno. Pero lo comentamos en recepción y nos dieron todo lo que necesitamos sin ningún problema y muy bien. Desde la terraza de la habitación teníamos unas vistas de Toledo fabulosas. Está bien comunicado, tiene a 5 min andando una parada de bus que te lleva hasta el mismo Alcázar, y nos informó estupendamente de todo Carmen, la recepcionista, muy amable. Repetiría sin duda.

Tuvimos una estancia muy agradable de dos noches en la habitación 206. Las habitaciones son limpias y cómodas; el único inconveniente fue la presión del agua de la ducha, que era un poco inestable. Horario de la piscina durante nuestra estancia: de 11:30 a. m. a 8:30 p. m.