Restaurante El Farallo en Dénia

Excelente en todos los sentidos, trato, comida, atención, limpieza, mesas con mantel y servilletas de tela, excepcional. Nos fuimos muy agradecidos y con buenísima comida. Gracias por todo el esfuerzo y detalles. Tere

El restaurante El Faralló en Dénia es un homenaje a los auténticos sabores del Mediterráneo, destacando por el uso de productos locales de la Marina Alta. Entre sus especialidades se encuentran los salazones tradicionales de la zona, una delicia que no puede faltar en su carta. Las huevas de calamar a la plancha son otro acierto, cocinadas a la perfección para resaltar su textura y sabor únicos. La calidad del marisco es inmejorable, y las cigalas a la plancha que disfrutamos son un claro ejemplo: frescas, jugosas y perfectamente cocinadas. Para cerrar la experiencia, en plena temporada ofrecen una deliciosa tarta casera de calabaza y chocolate, una combinación perfecta de sabores tradicionales con un toque dulce y reconfortante. Este postre, de textura suave y con el contraste del intenso chocolate, es el final ideal para una comida memorable junto al mar. El ambiente acogedor y familiar del restaurante se siente desde el primer momento, gracias a un servicio cercano y muy agradable por parte del dueño, su hijo y el equipo, quienes logran que cada cliente se sienta como en casa.

Mi restaurante favorito sin lugar a duda. Es una maravilla lo mires por donde lo mires. La gente, el sitio…y la comida…aunque sea un par de gambas…tienes que probarlas!!!

Un sitio que conocimos de casualidad y del que estamos muy contentos por haber ido a comer. Además de la extraña pero encantadora ubicacion, enfrente de las casitas típicas de marineros, tiene un gran parking de fácil acceso. Pero cuando entras en la casa y ves los detalles, empiezas a saber, que será un sitio que te gustara. Luego la amabilidad y trato de los camareros/dueño, prestos a agradarte, explicarte, aconsejarte para que tengas una deliciosa y tranquila comida. Comimos el carpacho de gamba roja, todavía nos estamos chupando los dedos, parece una tontería de las patitas de la gamba al horno, pero es una delicatesen. Las gambas a la plancha y hervidas, una explosión de sabores. Que equivocado estaba con solo comerlas a la plancha. Están que se te saltan las lágrimas, cuando se acaban. Por último la fideuá de bogavante, sabroso, y el marisco en sl punto justo para poder comer todo el cuerpo cómodamente. Evidentemente no es un sitio barato, pero una vez ala año, un buen homenaje es de ley. ABSOLUTAMNRTE RECOMENDABLE.

Buena comida y buen servicio. Comimos gambas, pulpo seco y paella de bogavante. Todo perfecto. La tarta de manzana muy rica.

El templo de la gamba roja de Denia. Desgustar uno de sus arroces también es una auténtica locura. Cocina deniense

Fuimos a comer. El sitio muy agradable. Es una parcela/chalet con un aparcamiento y luego el restaurante con vistas a este aparcamiento y aun asi resulta muy acogedor dada l vegetacion y el entorno. Todo muy cercano. Las ostras, de las cuales soy asiduo, espectaculares y los arroces pedimos dos de los mejores que hemos comido en años: el caldoso de bogavante y el Faralló. El resto muy muy correcto. Si me apuras creo que con esto de las gambas rojas de denia hay mucho snobismo y te meten 15 euros por gamba que como es una vez en la vida pues las pruebas pero para mi no merece la pena. Por ponerle doa pegas : los vinos o muy caros o muy baratos, eché en falta una gama media Y la segunda pega que un cafe cortado 3.5 euros me parece muy caro. Prefiero que me cobren mas en el arroz y el café esté maa barato. No se... En resumen de 9 sobre 10.

Nos lo recomendó un amigo y tanto el producto como el servicio fueron espectaculares. No dejeis de probar la gamba de Denia y los sepionets!

Un clásico de Denia. Producto muy bien tratado, sabor muy conseguido. Opción de terraza e interior, servicio muy amable y rápido.

El local es amplio y está en un sitio muy bonito, con un enorme parking, muy cómodo para ir en coche. Teníamos buenas referencias, pero la experiencia en su conjunto nos defraudó por varias razones. En primer lugar, por la carta de vinos; la botella más barata en tinto (y no nacional) era de 27 euros. Y por copas había tres tintos: una garnacha de 6,50 la copa, un Predicador a 9:50 la copa y un tercero de precio similar. ¿Cómo se puede cobrar una copa de una botella que en la tienda cuesta unos 25€ a 9,50€...? En blanco, la copa más barata, Casa Agrícola de Pepe Mendoza a 4,75, cuando la botella cuesta 11€. La comida en sí muy cara para el tamaño de las raciones. La gamba hervida de Denia, muy buena, pero a 300€ el kilo. Y a esos precios, lo menos que podrían hacer era pesarte el género en la mesa. El famoso pulpo seco, seco (efectivamente) y duro como "SPM". Y una ración tan pequeña y cortada tan fina, que se nos quedaban los trozos de pulpo entre los dientes. La ensaladilla, muy buena y los chopitos, también. Capítulo aparte el pan con alioli. El pan, muy flojito y la ración de pan con alioli a 3:50€ por persona. En resumen, con la cantidad de sitios para comer bien que hay en Denia, no lo recomiendo.