Restaurante El Coto Cuatro Caminos en Piedrabuena

Nos encanta. Mis padres paraban aquí cuando iban al pueblo (Córdoba) con mis abuelos. Y ahora nosotros también. Los 25 años que tengo hemos parado siempre aquí haciendo carretera al pueblo y sigue como siempre aunque mejorando cosas, que lo han puesto muy chulo la parte del restaurante grande. La cafetería además tiene aparcamuento al lado con lo que está genial para una paradita y seguir. La única pega es que tengo que quedarme fuera con el perro, aunque ensucia y molesta menos que las personas.

Se come muy bien y el servicio es muy bueno

Solo almorzamos. No está mal. Se encuentra en la misma carretera.

Un poco caótica la llegada, la habitación normal, la cama cómoda no así la almohada, pero en general bien

Siempre que vamos a Piedrabuena nos quedamos en el hotel Cuatro Caminos. Las habitaciones tienen un tamaño adecuado, a pesar de no ser muy grandes, y todo está siempre muy limpio, aseado y bien cuidado. El baño es grande y cómodo, y las habitaciones están bien aisladas tanto acústica como térmicamente. El precio es bastante correcto a pesar de ser la mejor opción de alojamiento de la zona. En cuanto a la terraza, es una maravilla. La abren para los meses de verano y puedes tomarte tus copas, refrescos y tapeo, o incluso comer y cenar. Tiene una barra central con cocina, que le da un toque genial. Además, cuentan con una piscina bastante grande. Cuenta también con una cafetería en la que hacen buenos desayunos. El restaurante, llamado «El coto», también destaca, pero dejo la reseña para su propia entrada.

Solo visité el restaurante, por 22 Euros puedes comer un menú de fin de semana

Sin duda el hotel está bastante bien, tenemos asignadas dos habitaciones una matrimonial y otra de una persona y sin duda la matrimonial nos a dado una de las mejores habitaciones, muy amplia,bañera con hidromasaje, sin duda una experiencia para volver a repetir

El restaurante está bastante bien en general, amplio, limpio y los camareros muy atentos. Era sábado y pedimos menú del fin de semana y la comida también estuvo bien. Pero hubo un detalle que no nos gusta nada. El camarero nos ofreció los postres y cada uno pidió lo que quiso pero a la hora de pagar vimos que no nos cuadraba el precio con el menú del día. Cuál sería nuestra sorpresa que algunos de los postres que nos ofreció la camarera no entraban en el menú así que iban aparte. Simplemente se lo conté a la encargada que nos estaba cobrando y nos contestó de malos modos diciendo que era imposible que la camarera nos hubiera ofrecido postres sin avisarnos de lo que entraba en el menú y de lo que no. En fin, cada uno sabe lo que tiene que hacer. Una simple disculpa nos hubiera bastado pero la señora no estaba por la labor.