Restaurante El Acebo en Alcorcón

buen sitio para comer y cenar buen servicio y buena carta

Un bar, la carne estaba regulera la verdad.

Desde la atención de todo el personal que son grandes profesionales hasta la comida muy sabrosa ,de buenísima calidad y abundante. Todo un 10. Vamos siempre que tenemos que celebrar algo en familia. El mejor restaurante de Alcorcón.

Hemos estado para comer y hemos salido rodando!! La comida casera buenisimaaa y ponen mucha cantidad!! El servicio es ideal.. todos los camareros muy atentos y amables en especial COSTA o costantin no ha parado en todo el servicio para que todo saliera de 10!! Eres un crack!!! Gracias por todo chic@s!! Volveremos segurisimoooo

Inmejorable y la atención muy buena 😃

Estuvimos cinco personas comiendo en un salon bastante pequeñito y te encuentras un poco apretado con las otras mesas pero los asientos son muy comodos. Nada más sentarnos, nos encontramos con una tabla con pequeñas tostadas para untar con queso y mermelada de pimientos de aperitivo. Y unos panecillos para la comida, muy ricos. De comida pedimos un mix de croquetas y chopitos, bastante escasa la cantidad y muy, muy grasientas las croquetas ("chorreaban aceite"). También pedimos una ración de chorizo a la sidra, bastante bueno y generosa. De segundo pedimos dos cachopos con patatas fritas, muy buenos también, con una cantidad más que generosa, y un entrecot a la parrilla, también acompañado de patatas fritas. Por último, los postres caseros fueron lo mejor. Es verdad que unas tartas gustaron más que otras, pero tardaron demasiado tiempo en terminar de servir a todos los comensales el postre primero sirvieron dos y pasaron casi 10 minutos hasta que llegaron los últimos, como regla general, muy acertados y con una cantidad alucinante; nada de un triángulo pequeño, te ponen una muy buena porción, como en casi ningún sitio. Volveremos a comer sin dudarlo, pero sobre todo por los postres.

Comida aceptable, buenas cantidades los postres sin muchas pretensiones ( de hecho casi todas las tartas son congeladas) y buen trato. Pero me sorprende que no te pregunten si quieres pan. Cuando llegas ya está colocado para casa comensal (1,5 cada pulguita) y que debe ser el único restaurante que después de pedir la consumición correspondiente te dice que no tiene jarras para llenarlas con agua del grifo y clavarte otra botella de plástico. En el Ikea las venden baratito...

Comimos el menú del día y la relación calidad - precio es muy buena. Sin duda, volveremos a repetir.

Calidad y abundancia en los platos

Generosas raciones y platos, no saldrás con hambre de allí.