Restaurante Coquería Pont Sec en Dénia

Buena cocina autóctona y muy buena atención. Merece la pena

Precioso lugar. La comida buenísima.de primera calidad. Volveremos seguro

Siempre se come bien en el pont sec, comida de calidad y buena cocina. Todo alimentos de la huerta, es nuestro restaurante favorito

La comida está espectacular, de producto de calidad, y cocina tradicional. Todo es recomendable, la atención también es muy buena, siempre amables. Solemos ir 1 o 2 veces al mes.

Pont sec es uno de mis restaurantes favoritos en Denia y que visito un mínimo de tres veces al año. Comenzamos el año comiendo en este restaurante en el que toda la comida está deliciosa. Cuando terminamos les pedí llevarme la botella vacía de agua Solans de cabras y tras pedir permiso la camarera me dijo que lo sentía pero que no me la podía llevar. Me pareció un detalle feísimo. Mi hermano se molestó tanto que retiró la propina que mi madre había dejado a los camareros. Lo siento realmente por ellos ya que el trato de la camarera que nos atendió fue absolutamente correcto en todo momento. Pero fue la manera de comunicar al restaurante la decepción sufrida por esa decisión tan cutre

Lugar tranquilo, buena comida, de las mejoras cocas, con masa crujiente y ingredientes varios para elegir, diferentes sabores, y un acierto cada una. Ya hemos repetido y seguiremos

La comida rica y el ambiente bueno. Una pena que tengamos que poner 4 estrellas por el servicio, ya que el camarero que nos atendió (de gafas grandes) fue extremadamente antipático.

Una explosión de sabor en cada bocado. Comida a la carta con todos los platos cuidados al detalle y producto de calidad (el pan, las cocas, el pulpo seco, la fideuá). No sabría con que quedarme. Además el entorno es accesible y a cota cero. ¡Sin duda, volveré!

Optamos por el menú que en nuestra opinión es muy correcto en calidad-precio-cantidad. No dudaríamos en repetir la experiencia.

Durante años ha sido uno de nuestros restaurantes de referencia en Denia, pero quizás el éxito les ha llevado a perder la perspectiva y algunas cualidades que le hacían diferenciador. La subida de precios ha ido en consonancia en algún producto con la disminución en tamaño del mismo, por ej. las cocas, uno de los platos estrella cuya masa ha perdido ese "ángel" distinto de otros establecimientos, aunque sigue gustando. Tampoco la ensalada entusiasma y sería fácil hacerlo. Menos mal que el arroz ( a banda en esta ocasión), sigue manteniendo el pabellón muy alto; con un gran sabor, suelto, en su punto, digno de este local, que hace de la gastronomía un placer. Los postres deben de dar ese salto diferencial para lo que cuestan, aunque siento debilidad por los nísperos. En definitiva, un restaurante que ( quizás por el éxito y la masificación) ha perdido algunas cualidades culinarias y de atención al cliente, y que posee la suficiente capacidad y talento para que se justifique lo que se paga y salir satisfecho, y seguir siendo uno de los mejores ( como lo era antes) de Denia.