Restaurante Casa Amada en La Iglesuela del Cid

Llegué al restaurante con el hambre de un oso que acaba de despertar despues de 6 meses de hibernación y se dio cuenta de que no queda ni un solo salmón en el río. Entro. El aire huele a gloria, a ternasco, a esperanza. El atractivo camarero se acercó a la mesa para preguntarnos qué nos apetecía comer. A lo que respondí balbuceando cuál hiena famélica: ¡saque todo lo que la cocinera quiera! Lloré, sudé y hasta hice sonidos extraños que asustaron a la mesa de al lado, pero valió la pena cada bocado. Entré al restaurante como Dios me trajo al mundo: con hambre, expectativas, y cero dignidad. Y salí con menos dignidad si cabe, luchando por respirar después de semejante festín. Si quieres comer algo que te haga replantearte la vida, tu capacidad de aguante y tu amor por la comida, este es tu lugar. Volveré sin dudarlo, pero la próxima vez sin pantalones.

Hace dias, tuve la suerte de ir a comer en este Restaurante,, ya que donde íbamos a comer estaba cerrado,, y realmente perfecto en todos los aspectos,, servicio,, amabilidad y lo importante buena comida. Asi pues cuando volvamos por alli los volveremos a visitar.. Ignacio V.

Éramos clientes habituales de Casa Amada, tras el cambio de propietarios no habíamos tenido el placer de venir. La verdad, la hemos encontrado igual que siempre, pero mejor, pequeños detalles muy cuidados. La comida un éxito total, les hemos dicho que sacaran lo que ellos quisieran, todo riquísimo. Croquetas, patatas rellenas, ternasco, el flan de nuez exquisito! Un acierto total si te mueves por la zona y quieres comida casera de toda la vida. El señor que nos atendió, muy servicial, aunque tenía que consultar todo a la Doña :P

Fuimos a comer un grupo de amigas con niños, se acoplaron a nuestras necesidades para los adultos y los más pequeños. Comida casera y de calidad, nos dieron a escoger entre varias opciones y no defraudaron, volveremos sin duda.

Garbanzos y ternasco riquísimos. El servicio rápido. Quizá alguna sonrisa y aire acondicionado echas en falta. Pero la calidad de la comida casera es muy buena. !!! He vuelto. Pues hacía mucho tiempo que no comía tan a gusto. Sopa castellana de quitar el sentido y un solomillo de cerdo a la brasa que sobraba el cuchillo para cortarlo de tierno que estaba, acompañado de patatas de "verdad". Una cuajada casera para terminar de las de antes. A pesar de alguna que otra mosca puñetera (que lástima), por calidad y servicio, recomendadísimo 200 x 100.

Comida calidad precio bien. Servicio muy bien y una cosa que valoro mucho es mantel y servilletas de tela.

Genial, profesionalidad, el servicio increíble, muy amables, vamos como si te conocieran de todas la vida. Formaré parte de la casa.

Impresionante tanto el servicio como la comida, sin lugar a duda ¡volveremos! El servicio muy amable y atento, nos recomendaron platos locales y fue todo un acierto. Recomendar el pastel de berenjena y el ternasco, impresionante el sabor y el punto de la carne, se nota que tienen buen producto y saben cómo trabajarlo. Además, disponen de pan sin gluten. Restaurante familiar, muy acogedor, con gran variedad de vinos, y un precio inmejorable. El servicio de desayuno muy bueno, gran variedad de opciones dónde elegir, el café excepcional y la bollería del día. Disponibilidad de leches vegetales y sin lactosa. Las habitaciones y zonas comunes muy limpias y espaciosas, destacar que tienen una estantería de intercambio de libros que nos fascinó, donde puedes dejar uno tuyo y coger uno de los que hay. Colchón cómodo, suficientes almohadas y ropa de cama por si necesitas taparte. Las ventanas se pueden abrir completamente, y alguna de las habitaciones tiene un pequeño balcón. Todas eran exteriores, por lo que luz no les falta. ¿Qué más se puede pedir? ¡Volveremos!

Restaurante muy popular en la comarca. Cierta facilidad de aparcamiento en proximidad. Recomendable reservar con antelación. Dispone de sendos comedores de medio tamaño. En planta baja (reformado) y primera altura (comedor de antaño). Excelente relación calidad cantidad y precio. Excelente café espreso. Diligente servicio de camareros. Atención exquisita y profesional. Regresaremos, sin lugar a dudas.

Fuimos sin reserva previa y aunque el restaurante estaba lleno, nos prepararon una mesa. Comida casera y buena a un precio muy correcto. Buen servicio!