Restaurante Bistronomika en Madrid

Si buscas una experiencia gastronómica única, Bistronómika es el lugar perfecto. Este restaurante fusiona la cocina de autor con un ambiente acogedor y moderno, ofreciendo platos que sorprenden tanto por su creatividad como por su sabor excepcional. Cada bocado es una obra maestra, elaborada con ingredientes frescos y de alta calidad. El servicio es impecable, con un personal atento y bien informado sobre cada plato del menú, que varía según la temporada, lo que garantiza una experiencia siempre novedosa. Desde el primer momento, la atención al detalle es evidente, desde la presentación de los platos hasta la recomendación de maridajes. Ya sea que vayas a disfrutar de una comida casual o de una celebración especial, Bistronómika se adapta a todas las ocasiones. ¡Definitivamente un lugar para los amantes de la buena comida!

Gran calidad y servicio. No es barato aunque el género es bueno muy singular 130€ por cubierto

Sumiller Fran espectacular. Sitio de ticket alto, pero el producto lo merece. Pescado en Madrid de lo mejor.

Hoy hemos comido en Bistronomika. Hemos comido a la carta. El personal es muy amable y te hacen pasar un rato agradable. El ambiente y decoración muy bien. El menu se centra en pescado fresco del día y en aperitivos entorno al marisco y pescado. Los aperitivos que hemos probado han sido una vieira a la parrila con caldo de algas, ostra al natural y lo más rico Alcachofas con gambas de Huelva y habitas, este último espectacular, por la gamba, sobre todo. De segundo hemos compartido un lenguado, muy rico, y, aunque esta cocinado a la parrilla,con carbón, se notaba poco. La carta de vinos extensa, con muy buena oferta de champagne. Hemos salido por 110 euros por persona, para lo que hemos tomado, desproporcionado, aunque mi evaluación de conjunto es buena.

El local está bien decorado y ambientado. El servicio es bueno. Pero por alguna razón han creído que puede venderse el pescado a 1000 euros el kilo y las almejas por unidad a 7 euros cada una. Se han vuelto locos. Hay muchos sitios en Madrid donde la tomadura de pelo es mucho menor. No volveremos.

Deliciosa comida desde una Gilda escandalosa, un pez excepcional hasta el postre de traca y pañuelo. Desconocíamos que Madrid tuviera mar. No dudaremos en repetir por degustar nuevos platos.

Excelente restaurante con producto de primera y buen servicio.

Muy buenos platos (gilda de atún, bocado de anguila, cocochas de merluza, salmonete) acompañados por dos vinos buenos pero precios demasiado elevados (tanto la comida como las copas de vino). Es una pena porque estuvimos a gusto y el personal muy atento.

Nueva visita a Bistronómika y sin duda puedo consolidar mi opinión inicial. Nada más entrar: el producto a la vista, la cocina a la vista, Carlos al mando.. a la vista. Entrar en un restaurante bien decorado, con un toque moderno, y nada más hacerlo , encontrarte frente ante tal escenario y con semejantes actores y atrezzo, no deja de ser una primer gozo inesperado y un buen augurio. El salón es más bien pequeño pero acogedor. El servicio fue muy cercano , atento y amable con Lorena (camarera) y Fran (sumiller) junto a Silvia (maitre) haciendo que pasáramos un rato muy agradable y disfrutáramos de la excelente comida. Carta de vinos no demasiado extensa pero repleta de referencias exclusivas. Nos decidimos por una joya de Enric Soler elaborada en el Penedés ("Improvisació") que Fran corroboró como buena elección y sin duda que puedo decir que acertamos porque hablamos de un Xarel.lo 100% sorprendente y delicioso que maridó perfectamente con nuestra comida. Efectivamente, lo más importante: Carlos continúa consiguiendo dar el punto exacto al pescado en la parrilla. Así fue con el magnífico rubio que disfrutamos con la típica bilbaina de la casa , con unos pimientos de la Rioja como acompañante de garantías. Antes, las imprescindibles gildas de atún rojo, las anchoas y las alcachofas con gambas blancas en sabrosísimo caldo completaron una comida fantástica que finalizó con el sorprendente tocinillo de cielo (servido sin nada más que el propio tocinillo, como debe ser) y un destilado escocés junto a un café. El precio es elevado, sin duda, pero justificado por la calidad y el resultado en cocina del producto. Hablamos de pescado que está por las nubes en todas partes y Bistronómika , con este nivel de cocina y servicio, no puede ser una excepción. Quizás algún detalle en la carta como las propias gildas o en determinados vinos sí que esté sobrevalorado en la factura final pero en modo alguno justifica que la calidad-precio esté bien resuelta. Muy recomendable para los amantes exigentes del buen pescado y marisco. Volveré.

Estuve comiendo con unos compañeros de trabajo. El personal muy atento y rápido, y la comida muy buena, especialmente y, como no podía ser de otra manera, el pescado a la brasa. En esta ocasión nos aconsejaron un Rubio que estaba espectacular, con un punto perfecto de cocción. Sitio recomendable