Restaurante Balear Valdebebas en Madrid

Con ganas de fideuà, nos lanzamos a probar este restaurante, y no nos equivocamos (de foie, secreto y ceps). La siguente vez será un arroz, y los mejillones tigre sobrarán (habrá que probar otro entrante). Por ubicación, no es muy atractivo que digamos, salvo porque se aparca bien. Punto negativo: pasamos algo de calor

Es posible que acabe de probar el mejor arroz de todo Madrid. Y no, no me tiembla el pulso al decirlo. Desde que entras al restaurante Balear de Valdebebas ya notas que aquí la cosa va en serio. El trato de los camareros es de esos que te hacen sentir en casa sin agobiarte, siempre atentos, con una sonrisa de verdad, no de esas que se nota que van con prisa. Aquí te cuidan, te recomiendan, y lo más importante: saben de lo que hablan. El arroz… madre mía el arroz. Meloso, en su punto, con sabor a mar de verdad, sin inventos raros ni postureo. Lo probé con carabineros y fue como un viaje directo a una cala escondida de Mallorca. Brutal. Y si hablamos de clásicos, la tortilla es un escándalo. Jugosa, con ese punto exacto entre cuajada y cremosa que parece fácil, pero que casi nadie consigue. Y la ensaladilla rusa... ¡es un vicio! Cremosa, sabrosa, con el toquecito justo de encurtido y una presentación que ya te dice: “vas a flipar”. Spoiler: flipé. He ido ya un par de veces y cada vez salgo más convencido de que este sitio no solo es un secreto bien guardado… es un templo del buen comer. De esos que recomiendas con miedo, porque sabes que en cuanto corra la voz, va a estar imposible pillar mesa. Repetiré, repetiré y repetiré. Balear, te has ganado un fan.

Como buen arrocero q soy tenía muchas ganas de conocerlo y no me han defraudado, unas excelentes gambitas al ajillo y un arroz de Verduras al qcle faltó 1 min de cocción. Local moderno y un servicio de 10, todos los q pasaron por la mesa con orientación a la satisfacción de cliente, mención especial Jonathan, un crack.

Una vez más, Jorge y su equipo, entre ellos Jonathan, dando lo mejor de sí para que comer en este sitio sea siempre garantía de éxito. Ya son unas cuantas veces las que lo he visitado y la regularidad en los platos se mantiene en cada visita. Sublime ese pan con aceite de los de antes, ese alioli casero tan mediterráneo y cómo no, los arroces en su punto con todo el sabor del mar. Y no podemos olvidarnos de sus irresistibles pinchos de tortilla y de otras muchas cosas... Muy buena relación calidad-precio-placer culinario !

Resaltar la atención de Jonathan. Magnífico servicio y atención. Cuando las cosas se hacen bien, debe decirse.

Perfecto para una cena tranquila, rico y ambiente genial

Hoy hemos elegido este restaurante para una celebración familiar y si eres amante del arroz, este restaurante es una parada obligatoria. Probamos el arroz meloso de gambon y chipirón. Arroz en su punto perfecto, con un fondo sabrosísimo y generosas porciones de ingredientes frescos y bien cocinados. Además, tienen opciones para todos los gustos: desde clásicos como el arroz del senyoret, hasta propuestas más creativas que sorprenden gratamente. El entrante de buñuelos de bacalao también fue excelente: de los mejores que he probado. También pedimos al alcachofas, ensaladilla rusa y el bikini de carrillera trufada, todo estaba realmente delicioso. Mención especial al trato del personal, con un servicio cercano y muy profesional. En resumen: una experiencia deliciosa, auténtica y bien cuidada. Ideal para venir en familia, en pareja o con amigos. Sin duda, volveremos para seguir probando más arroces.

Me ha sorprendido gratamente. Ya me habían hablado del restaurante y llegaba con unas espectativas muy altas. Han estado al nivel, no sólo la comida, si no el trato del personal. Un sitio acogedor con musica de fondo y el personal muy amable y agradable.

Conocimos el restaurante por Instagram y aprovechando que estábamos cerca, fuimos a comer. Entre semana no hay casi gente y se está muy tranquilo. Pedimos de entrante bikini de carrillera con queso de mahon y nos sorprendió mucho, estaba buenísimo (tuvimos que cambiar la decisión porque pensábamos pedir croquetas o buñuelos y nos dijeron que no había). Después un arroz del senyoret que también estaba muy bueno. Buena opción en Valdebebas. Solo hubo un detalle que no nos gustó, y es que al traernos las bebidas, al camarero se le escurrió la botella de agua y se cayó en la mesa. Hasta aquí sin problema, cosas que pasan y le dijimos que no se preocupara. Obviamente se desperdició líquido y la sorpresa vino en la cuenta cuando vimos que pagamos 5€ por el agua. Carísima, pero encima perdimos dinero ya que una parte se la bebió la mesa y la silla. Detalles que no gustan, pero bueno. Volveremos.

Segunda vez que vamos, atención estupenda, ensaladilla y chipirones fritos de entrantes de cine, y el arroz (aunque se hizo esperar como la primera vez) estaba buenísimo (hoy valenciana muy bueno!, la vez anterior señoret,bien), repetiremos