Restaurante Agape en Bilbao

Comida buena Muy ruidoso y trato brusco

El servicio excelente y rapido. Menú por 19€ muy bueno, el arroz meloso delicioso y el hojaldre de puerros con morcilla espectacular, los segundos al mismo nivel , pechuga en trozos de pavo con salsa curry, muy bien elaborado, el colofón una tarta de chocolate con coco y curry. Volveré 👏🏻👏🏻

Quizás algo ruidoso el ambiente, pero el servicio y la comida lo suplen. De 10 Tiene un menú de 19 € de los que no sabes que elegir. Para los golosos, los postres esquistos.

Excelente comida, de calidad y muy rica, y el personal siempre es muy amable, importante llamar para reservar siempre está full!!

Menú de almuerzo simplemente perfecto

De lo mejor de Bilbao para un menú del día

Todo muy bueno y muy bien presentado. El personal encantador.

Ha estado muy bien, sin duda volveremos cada vez que vengamos a Bilbo. 😊

Estuvimos 7 personas para la comida y la verdad que desde el servicio hasta la comida todo fue una delicia, el local con un ambiente genial, las mesas perfectamente separadas para no invadir la intimidad y la variedad en la carta lo suficiente como para deleitar cualquier paladar, no hubo apenas espera en los servicios de la mesa. Recomendable porque también estás a un paso del Casco Viejo de Bilbao y todo se suma.

El exterior sencillo de Agape se abre a un entorno moderno minimalista que es cómodo y animado. Si quieres un menú único de 3 platos del día que cambie a menudo, con un enfoque en florituras frescas e interesantes, te encantará Agape tanto como a mí. Hacer reservas o llegar impensablemente temprano para el almuerzo en España - por 1 : 30 pm. En mi segundo intento, fui la primera persona en la puerta, sentada inmediatamente por el personal amable y eficiente y serví una botella de vino de la casa sin preguntar. (Incluido en el precio.) Era casi imposible seleccionar entre las 3 o 4 ofertas atractivas para cada curso. Cada porción generosa era hermosa, deliciosa y elevada por encima de lo ordinario. La experiencia y el valor fueron de primera categoría. Un almuerzo como este en Sonoma, donde vivo, me habría retrasado entre 3 y 5 veces lo que pagué aquí. Lo único que lamento es tener que esperar hasta que vuelva al País Vasco.