El Pigal Casa Kiko en Sort

Fuimos a comer y nos encantó, es la segunda vez que voy y seguiré volviendo cada vez que pase por la zona. Muchas gracias por el servicio y la atención

Bestial, increíble ! Muy recomendable al 200%

Muy bueno, y preciosa terraza con vistas

Un sitio con muy buena comida típica de la zona. El local es moderno aunque muy ambientado con la comarca, con mucho gusto.. El servicio fue impecable, los camareros muy atentos,y profesionales. Y si hay alguna cosa en la que poner algún pero, fue que teníamos reservado a las 15: 30 y no nos sentaron en la mesa hasta las 16:00.

Es un restaurante de toda la vida de cocina del Pallars, con un producto de proximidad con elaboraciones clásicas de las de siempre, buenas elaboraciones, con buen producto y buena relación calidad precio, en especial las carnes, la caza y los postres, si es para el Pallars es uno de los lugares que no te puedes perder. . .

Fuimos a comer en un grupo de 14 personas. Todo estupendo, rápidos y la comida de temporada y estupenda. Muy buena calidad de los productos.

Guau, nos hablaron muy bien antes de ir, pero la realidad superó las expectativas. Comida muy bien elaborada, muy buen rollo de todo el personal y relación calidad precio muy correcto. Felicidades y VOLVERAMOS!!!!!

Muy bueno todo, personal muy amable y terraza inmejorable.

Nos habían advertido que era un restaurante muy concurrido y que, sobre todo en días festivos, era imprescindible reservar. Seguimos el consejo y fuimos con mesa asegurada. Llegamos un poco antes de la hora y el comedor ya estaba prácticamente lleno. Aunque nos sirvieron las bebidas mientras decidíamos, tardaron bastante en venir a tomar nota y también en traer los primeros platos. A partir de ahí, sin embargo, el servicio se estabilizó y fue correcto hasta el final. La cocina es sencilla, casera y bien ejecutada. Entre los primeros, destacamos la ensalada con oreja de cerdo, sabrosa y sorprendente y una esqueixada de bacalao con tomate de gran calidad. Como platos principales, las chuletillas de cabrito rebozadas fueron todo un acierto, al igual que el muslo de cabrito relleno de setas, tierno y muy sabroso. El toque dulce lo pone su postre estrella: el Filiberto, una creación propia a base de helado de nata, yogur y grosella, que ya han empezado a imitar en otros establecimientos, pero cuya versión original se encuentra aquí. Con una relación calidad-precio más que correcta, este restaurante de Llessui es una apuesta segura para quien busque cocina tradicional, sin florituras pero con mucho oficio.

Calidad en cada plato , producto fresco , bueno y de proximidad, buenas carnes, todo exquisito. Repetiremos hay mucha carta por descubrir , todo tenía un aspecto excepcional, los postres geniales, el tradicional Filiberto tiene una historia detrás .