Restaurant BarcelonaMilano en Barcelona

Menú de 16€ variado Buen trato lugar acogedor con mesas redondas. Ideal si se dispone de poco tiempo: camareros agiles

Fuimos a cenar a este restaurante en una cena de empresa con clientes, y la verdad es que fue una solución perfecta. Éramos más de 40 personas y nos ubicaron en una sala al fondo, tipo reservado (aunque no lo es del todo), ideal para grupos grandes. Hicimos menú cerrado y todo estuvo súper bien: la comida muy buena y la atención, increíble. El personal estuvo pendiente en todo momento y muy profesional. A destacar el tiramisú, que aunque no es la versión italiana clásica, sino una versión más merengada, está buenísimo. Sin duda, lo recomendaría tanto para cenas de grupo como para comer o cenar cualquier día.

La comida era fantástica, pedí sopa y boloñesa, muy recomendables.

Llegamos tarde, pero fueron muy amables al atendernos. Los chefs jugaron con mi bebé. La gente fue muy amable. La comida también estuvo fantástica. El pescado y las albóndigas. El tiramisú era espectacular. Les deseo mucha salud y prosperidad.

Gran variedad de vinos y comida excente

Comida buena. Trato bueno. Mejor reservar. Gracias Cesar

Muy buen servicio tanto atención como rapidez al servir. Quizás las bravas podrían mejorarse así como otro tipo de salsa para acompañarlas. Las croquetas deliciosas en especial las de sepia; buenísimas. Los buñuelos de bacalao muy, muy buenos. El bacalao a la llauna muy rico pero siendo pescado, y por el precio, la cantidad muy justa, un trocito muy pequeño, la verdad. El entrecot, pasa lo mismo; de sabor exquisito y al punto pero tratándose de un entrecot y por el precio, el plato un poco escaso. El osobuco, buenísimo y el arroz a la milanesa muy rico y buena guarnición y diferente a otros establecimientos donde o te ponen patatas o cuatro hojas de lechuga o alguna verdurita a la plancha. Pero una vez más, por los precios pues hombre, hambre no pasas pero tampoco lo contrario. Los precios de algunos platos los hemos encontrado caros para la ración/cantidad pero al menos todo tenía muy buen sabor y muy rico todo lo que hemos pedido. Un lugar para ir en alguna ocasión especial sí pero como opción para ir cada fin de semana, no lo escogería. En España nos gusta la buena comida y comer bien en todos los sentidos de la palabra y sinceramente si mejorasen un poco en ser más generosos con las raciones en los platos (ya que la mayor parte de la carga son platos individuales y no para compartir), uno se podría plantear ir con más frecuencia. Porque o bien se mejora en cuanto a cantidad o bajar el precio de algunos platos.

Todo perfecto excepto el camarero que solo se dirigía en catalán !! Quería preguntarle si prefería hablar en castellano Inglés holandés o portugués idiomas que domino pero no quería estropear la velada para los demás y me he callado Una pena porque ya no volveré! No tengo porque aguantar camareros que me tratan así y me dan mal rollo y por el precio que se paga prefiero ir a otro sitio que me tratan mejor

La experiencia me sorprendió para bien, sobre todo por la comida, que es al final lo que cuenta. El local es enorme, estaba lleno y aun así se está cómodo. El servicio, ágil y atento. Lo de “fusión italo-catalana” es más un eslogan que una realidad: son dos cartas separadas, pero ambas funcionan muy bien. En cuanto a los platos: • Amanida de tomàquet fresca y bien aliñada, sin complicaciones. • Tataki de salmón con teriyaki correcto, con buen punto de cocción y acompañamientos vistosos. • Calamares a la plancha en su punto, jugosos y sin exceso de aceite. • Pappardelle all’arrabbiata con salsa intensa, quizá el plato más “auténtico” de la parte italiana. • Postres: el tiramisú es generoso y cremoso, el pastís fi de poma, fino y equilibrado, mucho más elegante. La cuenta (unos 108 € para dos) no es barata, pero tampoco desproporcionada para la calidad y el entorno. 👉 En resumen: buena cocina, servicio sólido, local agradable. No hay fusión como prometen, pero sí dos propuestas bien ejecutadas. Una opción fiable en el centro de Barcelona.

Celebramos las bodas de Oro de mis padres y fue la mejor elección, tuvimos un servicio de 10, un trato agradable. La comida era un menú que habían escogido mis padres y estaba todo buenísimo, empezando por el jamón, le siguió la ventresca, la verdura en tempura, espectacular. Además del solomillo que estaba riquísimo. Lo más bonito fue el detalle que tuvieron con mis padres a la hora de servir el pastel, todo el personal alrededor de la familia y aplaudiendo. Nos emocionó a todos. Sin duda alguna volveríamos a reservar para cualquier celebración. Un acierto.