Rambal en Madrid

La ensalada es estupenda y los platos de cuchara muy buenos. Es muy bonito y agradable. La atún poco lenta los fines de semana. En invierno se pasa un poco de frío dentro.

Tenía ganas de ir a Rambal casi desde su apertura, porque siempre me han parecido muy interesantes los proyectos de Narciso Bermejo. Por fin cuadró para ir este fin de semana a probar el menú de mediodía y desde luego está a la altura de mis expectativas. Es un placer encontrarte una carta diferente a la fusión que está por todas partes, tan diferente de hecho, que a mediodía no hay carta, te dejas sorprender por el menú. La cocina es sencilla, rica, tradicional, con muy buen producto. El concepto es antiguo y al mismo tiempo , con su punto de novedad, inusual en Madrid, lo que también se disfruta, es un añadido más a la experiencia. Disfrutas la comida, el servicio y el ambiente. Salimos muy bien comidos de calidad y cantidad y felices. Da gusto ver funcionando tan bien proyectos tan honestos y que aportan a lo que ya hay. Repetiremos pronto, esta vez por la noche, a ver qué se ofrece.

No conozco al restaurante pero tengo muchas ganas de ir porque acabo de escuchar en La Radio de Julia lo ocurrido con 5 señores maleducados en este restaurante (acabo de leer su reseña, y la respuesta del gerente 👏👏👏👏), de como le faltaron el respeto a una madre y a sus dos hijos pequeños. Gracias por ser empresarios con ética y moral, lo dicho en breve acudiré a comer en su restaurante.

Las raciones eran grandes pero estaban súper buenas y los camareros han sido muy majos con nosotros en todo momento explicándonos el origen y la calidad de sus platos. Muy recomendable a todos pero sobre todo a grupos grandes.

Menú del día cerrado en una taberna que emula casa de comidas tradicional. Todo lo que probé delicioso. Producto de primerísima calidad y servicio correcto. Repetiré

Un sitio acogedor en el que por el tipo de mesas, el mantel a cuadros, etc. hace que parezca que estás en un mesón de un pueblo en la montaña. La atención es buena. La comida es casera a menú cerrado. De entrante nos pusieron unos pimientos asados muy buenos, aunque pocos. La ensalada estaba buenísima y era muy abundante. El cocido que nos tocó era de un pueblo de Cantabria que no recuerdo ahora el nombre. Estaba espectacular aunque creo que se pasaron con el picante (venía del chorizo según me dijeron). Me gustaría repetir para probar otra sopera de otro tipo de comida. El flan de queso azul estaba bien.

Excelente comida de guiso en el centro del centro. Pimientos Rojos riquísimos con aceite de primera y vascos. La ensalada bien aderezada y con excelente tomate. Y el pote transhumante asturiano espectacular. Carnes, pochas y chorizos top. Comentarios al margen: es bueno apuntar que el plato de cuchara pica un poco por el chorizo, y las media sonrisa de Buda vende mucho y hace al comensal sentirse mejor. Vinos. Pocas pero buenas referencias. Algo de Madrid sería conveniente.

La comida genial, las mesas diminutas y pasamos un frío por el que terminamos con catarro, un poco de calefacción se agradecería

Siempre que como aquí el resultado es el mismo: materia prima de calidad difícil de igualar, servicio cercano y profesional y un precio excelente.

Sitio encantador, sitio de comidas de toda la vida, menú bueno y sencillo con productos frescos y super buenos, lo recomiendo sinceramente... El servicio muy agradable, te sientes como en casa