Puerta 23 en Santander

Solo decir restaurante NEXT LEVEL. Calidad y mimo del producto. Atención exquisita, Vieronika profesional, dulce, amable (estos tres adjetivos en muchos restaurantes no abundante....). LIMPIEZA EN MAYÚSCULAS. Sin duda repetiré y recomendaré

Todo fantástico merece la pena probar

Sitio acogedor, excelente trato y comida Fuimos sin reserva y nos atendieron excelentemente. Comimos ostras, sardina y tataki y tartar todo para compartir. Sabores acertados en combinación y potentes en sabor a mar.

Muy muy recomendable. Fuimos dos personas, y pedimos 3 entrantes y un plato principal, todo a compartir. Nos aconsejaron muy bien en cuanto a cantidades. Delicioso todo, y muy buen servicio. A destacar: el tartar de atún y el pan bao (aunque en realidad, los 4 platos exquisitos). Cocina de alto nivel, a un precio más que razonable.

Que gran descubrimiento!!!! El Taco de atún impresionante , muy buen producto y muy buen servicio, sin duda repetiremos muy recomemdable

La comida buenísima el taco, ls rabas, el brioche espectacular y la torrija de ensueño, marina que es quien nos atendió encantadora

Entre muchos restaurantes de la calle Tetuán este viernes hemos podido disfrutar de una comida familiar en Restaurante Tetuán 23, para mí fue todo un descubrimiento de combinación de sabores. Taco de sardina ahumada, Pani - puri, croquetas de erizo, la ostra en tempura... Como plato principal yo pedí "Mar y montaña" delicioso y jugoso. De postre La Tarta de queso cremosa y muy rica. Es un lugar bonito y acogedor. Lo recomiendo para venir con familia o con los amigos. Gracias a todo equipo por su profesionalidad. Volveremos 😊👏👏👏🌹

No somos de Santander y no conocíamos el restaurante. Cuando viajamos, soy muy dado a utilizar Google Maps para encontrar diferentes lugares y alternativas de ocio, y este restaurante me aparecía como que ese local era una marisquería que había cerrado. Hemos acabado aquí por casualidad, ya que íbamos a otro establecimiento de la misma calle que tenía guardado, pero al no encontrar mesa decidimos parar aquí a tomar un vermut mientras barajábamos alternativas y veíamos dónde comer. Parar aquí no estaba en el plan, pero nos gustó tanto el vermut, el local y cómo sonaba lo que ofrecían en la carta que decidimos quedarnos a comer, y sin duda fue todo un acierto. El vermut de grifo era riquísimo (el mejor que hemos probado en todo el fin de semana). Los entrantes nos encantaron; las albóndigas eran muy ricas, y los postres buenos, aunque para mi gusto más flojos. La tarta de queso tenía una textura más sólida y seca de lo que nos gusta, aunque esto es personal. La torrija era diferente; me recordó más a un dónut que a otra torrija, pero estaba rica. El único pero que puedo apuntar es el espacio libre entre comensales: las sillas y las mesas están demasiado próximas en algunas zonas, y no hay suficiente intimidad entre mesas. Entiendo que el espacio es el que es y que hay que aprovechar el aforo al máximo posible, y eso a veces compromete la intimidad. Por otro lado, el servicio fue bueno también; ambas camareras eran muy atentas y agradables. Se despistaron un poco y olvidaron cambiar el plato entre platos, pero tampoco fue algo imperdonable. Sin duda ha sido un gran descubrimiento que nos ha dejado con ganas de probar alguna cosa más de la carta, sobre todo de los entrantes, de los que hubo varios que nos llamaron la atención y pudimos ver cómo todos los platos que salían tenían una pinta estupenda. Sin duda se lo recomendaría a mis amistades y volvería en una próxima visita a seguir probando más cosas de su carta.

No me ha entusiasmado la verdad, las croquetas de erizo estaban ricas y el steack tartar, pero desde mi punto de vista muy caro para la unidad y tamaño. Los baos no nos gustaron , los postres están bien, especialmente la tarta de queso.Precio más de 40 euros por persona .Sin más, para probar.

Todo mi apoyo para uno de mis restaurantes favoritos de Santander Buen genero y buenas elaboraciones El personal es cualificado y es gusto sentarse en su mesa