Por Herencia en Murcia

Pedimos las Croquetas de Chato Murciano, el crujiente de Chiquillo, el tartar de quisquilla, huevos con trufa, guisantes de Cartagena y el Cordero Segureño.. Todos los platos espectaculares. El Tartar con el escabeche buenísimo !! La carta de vinos, un espectáculo. La Sumiller nos recomendó un Barolo, Monvigliero 2018, que era una joya. Las fresas con nata, en especial esta última, para repetir.

Enhorabuena a todo el equipo de Por herencia, por vuestra profesionalidad, dedicación y vuestro buen hacer

Muy delicioso. Buen servicio y la camarera fue muy agradable.

4 comensales, ambiente acogedor y trato impecable. La comida deliciosa. Por poner un pero, pedimos para terminar una carne al centro punto-menos y se sirvió al punto. En cuanto al precio, 75€ por cabeza, con vino y cerveza, en línea con lo que esperábamos.

Pedimos el menú degustación. Servicio muy atento. Muy bien de cantidades y de tiempo del servicio. Nos gustó mucho la alcachofa y la corvina. La mezcla y cocina de verduras y productos locales es destacable. Quizás nos hubiera gustado como sugerencia un postre distinto en el menú. Precio muy adecuado a la experiencia. Recomendable.

Excelente experiencia. Probamos solo algunos entrantes y nos parecieron obras de arte. Equilibrio de texturas y sabores, llenos de matices y con una más que correcta presentación. Visita muy muy grata. Precio equilibrado también. Repetiremos

Extraordinaria cocina y servicio. Muy, muy recomendable

Menú degustación con maridaje muy largo, rico y sabroso. El servicio bueno, atento y amable. Destaco del menú la corvina con salsa de mantequilla y lomo, riquísima. Y también el plato de guisantes asados con salsa de jalapeño. Muy buena relación calidad-precio y encima en el centro de Murcia.

La carta del restaurante es suficientemente amplia y variada, quizá falte alguna opción más de pescado. Las croquetas muy ricas, asi como la ensaladilla de corvina El pescado muy bien cocinado y sabroso. Merece la pena tomar la milhojas de asiático. La terraza no es cómodo a para comer, hay mucho ruido de los comensales y parece que estás en un sitio de peor categoría

Cocina murciana reinventada, con excelente materia prima y toques creativos. Comedor pequeño pero muy acogedor, con paredes en piedra. La terraza resulta menos cómoda en invierno, al cerrarla con las estufas resulta ruidosa. Citas escalonadas para un buen servicio, aunque cuando se llena los camareros se ven algo saturados. Muy buenos entrantes: muy rica la croqueta de chato murciano, la ensaladilla de corvina, o el requesón con pesto. El cuarto de aguacate es mejorable. De los pescados, probamos el rodaballo a la brasa con salsa de limón, excelente, y la corvina, muy buena. Raciones justas para una persona. De las carnes, probamos la pluma ibérica, muy tierna. Buena ración. De los postres, el flan y las milhojas están bien, pero sin duda la creme brulee fue el mejor. Carta de vinos corta pero muy seleccionada, con precios más bien altos, muy pocas referencias por debajo de 30 euros. Predominio de vinos regionales, bien elegidos, aunque con algunas ausencias notorias a nivel nacional (albariños, godellos, etc.). El servicio de cambio de platos y cubiertos, relleno de copas de vino, etc., no está a la altura del restaurante. Mejorando este apartado y con algo más de personal, podrían sacar más partido de la excelente cocina y optar a mayores reconocimientos, a los que parece aspirar por precio y enfoque de la carta.