Pasteleria Saul en Madrid

Siempre que acudo,sus dependientas sin muy amables,y atentas,,,y claro que el género también acompaña mucho,de lo bueno que está,,,

Muy amables y los mejores croissant’s q he comido.

Me encantan los saulitos y toda la mini bollería. La pena es que la atención al,/la cliente/a deja mucho que desear.

Muy buen trato y excelentes tartas

Todo muy bueno y lo más importante para mí hay buenos productos sin gluten

Personal muy muy amable, y los croissants con su almíbar mítico son inigualables… ¡Muy bien de precio!

Buena pastelería de barrio en el sentido más clásico, ya quedan pocas así. Estupenda la atención. Excelente la mini bollería y cola en Reyes para el roscón.

El super-heroe de los cruasanes. Que puedo decir de esta pastelería. Todo está buenísimo, todo. Las tartas, las empanadas de carne en hojaldre, jugosas y deliciosas, y todos los bollitos. Y, posiblemente tienen los mejores roscones de reyes de Madrid. Pero hay que hacer una mencion especial: los croissants. Una vez que has probado estos cruasanes, todos los demás te parecen pequeños, insulsos y caros. A un precio imbatible, deliciosos, enormes. Con los rellenos de chocolate, francamente, si te lo acabas de una vez, haztelo mirar, porque igual estás al borde del triple bypass coronario o de la diabetes. De verdad, con un croasan de esos desayuna una familia. No sé si alguien ha considerado el servicio social que hace esta gente. ¿Os imagináis un mundo donde la gente no pueda ir a este sitio a comprar croasanes u otras cosas así, de modo que todo en su vida sea tristeza, frustración, estrés, y ningún placer? En un mundo cada vez más anorgásmico, los bollos de Saúl son un pegamento social. Debería subvencionarlos el gobierno o algo. Por decir algo más critico, el local es pequeño y a veces las colas que se forman son enervantes. Pero, si consigues un croasan (a veces no es fácil, tienen demanda)o un roscón, habrá merecido la pena. Aunque, la verdad, el local contribuye al encanto. Eso sí, si vas de finolis y te gustan las cosas pequeñitas con churretes en el plato, no es tu sitio. Aquí todo es rico, contundente y deliciosamente generoso. Para prueba una imagen: a la izquierda, croasan de Saúl. A la derecha, un croasan de otro sitio. Y no sólo gana en tamaño.